Los independientes que postularon a la convención que escribirá una nueva Constitución daban ayer una sorpresa en Chile al recibir más votos en conjunto que los partidos tradicionales. Mientras tanto, la derecha conservadora sobrepasaba a la centroizquierda, que postuló fragmentada, y es sobrepasada por la izquierda, con el 84% de los votos escrutados.
Todos los pronósticos indicaban que los independientes obtendrían pocos escaños entre los 155 convencionales que, durante nueve meses prorrogables a un año, redactarán una nueva Constitución para reemplazar a la impuesta por la dictadura militar (1973-1990).
Los resultados entregados hasta el momento por el Servicio Electoral (SERVEL) son parciales, porque las cifras deben ser corregidas cuando se contabilicen el 90% de los sufragios para asegurar que en la convención haya un número similar de hombres y mujeres. Los únicos escaños asegurados son los 17 reservados para los representantes de los pueblos originarios, que representan al 12,8% de los 19 millones de chilenos. Sobre el total se aplicarán nuevos ajustes.
Analistas políticos estiman, preliminarmente, que los independientes que compitieron fuera de los bloques tradicionales podrían ser electos como constituyentes, superando a la derecha y a la izquierda.
En un discurso al país, el presidente centroderechista Sebastián Piñera dijo por la noche que «la ciudadanía nos ha enviado un claro y fuerte mensaje al gobierno y también a todas las fuerzas políticas tradicionales: no estamos sintonizando adecuadamente con las demandas y con los anhelos de la ciudadanía».
«Estamos siendo interpelados por nuevas expresiones y por nuevos liderazgos. Es nuestro deber como gobierno escuchar con humildad y con atención el mensaje de la gente, y además esforzarnos y hacer todo lo que sea necesario para interpretar y responder mejor», agregó.
El sábado y el domingo los chilenos también eligieron alcaldes, gobernadores y concejales, pero como se contabilizaban primero los votos de la convención, esos resultados se conocerán más tarde.
Se desconoce cuántos de los casi 15 millones de electores participaron en la megaelección realizada el sábado y el domingo, aunque al parecer no alcanzará la vara impuesta por el plebiscito en octubre del año pasado, cuando más de 7,5 millones de personas (51%) aprobaron cambiar la Constitución y que la nueva sea escrita por una convención paritaria. El referéndum fue la salida institucional de la clase política para frenar gigantescas protestas que siguieron a un estallido social en octubre de 2019.
En los comicios postularon 16.730 candidatos en 70 listas para 2.768 cargos. Sólo para los 155 cupos de la convención hubo 1.278 postulantes, de los cuales más del 60% son independientes que postulan en pactos con partidos tradicionales o en forma individual. Compiten más de 70 listas.
«Muchos personajes (candidatos) para muy pocos votos (escaños)», dijo a The Associated Press Carlos Ojeda, de 64 años, quien agregó que «es una pena que los chilenos no hayan participado más en esta estas elecciones».
En un ambiente de gran desafección hacia los políticos tradicionales, el oficialismo se presentó en un bloque único y con el 84% de los votos contados había obtenido el 20,83% de las preferencias, mientras la oposición de izquierda y de centroizquierda compitieron separadas, lo que les resto sufragios a cada una. La izquierda del Partido Comunista y el Frente Amplio era votada por el 18,61%, mientras la centroizquierda ha recibido el 14,61% de los sufragios.
«Con los resultados que tenemos hasta ahora tenemos un nuevo escenario político en la convención….(donde) los partidos de la derecha y de la centroizquierda tienen resultados menores a los esperados a favor de otras listas de izquierda y de los independientes», dijo a la AP María Cristina Escudero, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.
Destacó además que hasta ahora «ningún sector político ha logrado 1/3 de los escaños…hasta el momento la derecha no lo ha obtenido, pero tampoco ninguna de las otras listas políticas».
El oficialismo derechista necesita de 1/3 para mantener el modelo neoliberal impuesto por la dictadura, ante una oposición de izquierda que anhela escribir una Constitución que pavimente el camino a un Chile con menos desigualdades.
Los chilenos deberán aprobar o rechazar el proyecto de nueva Constitución que surja de la convención, que tendrá nueve meses para redactarlo prorrogable a un año, en un plebiscito obligatorio el segundo semestre de 2022.
Las elecciones se desarrollaron en medio de estrictas medidas sanitarias debido a la pandemia del nuevo coronavirus, ante el cual el 60% de los está vacunado con la primera dosis de vacunas contra el COVID-19 y el 49% con las dos dosis.