Una tregua de tres días repetidamente violada por ataques, en su mayoría reivindicados por el grupo Estado Islámico, concluyó ayer en Afganistán en medio de nuevos llamados para que el gobierno y el Talibán reanuden negociaciones.
Suhail Shahín, portavoz del Talibán, informó que delegados el gobierno y de la agrupación islamista se reunieron por breve tiempo el sábado en Qatar. Renovaron su compromiso con hallar un fin pacífico al conflicto y pidieron el inicio del diálogo que se había estancado, afirmó el vocero.
Estados Unidos ha estado pidiendo un diálogo en Afganistán en momentos en que está retirando sus últimos 2.500 o 3 mil soldados del país, y la OTAN está haciendo lo mismo con los 7.000 efectivos que tiene apostados allí.
Aun cuando el Talibán y el gobierno habían llegado a la tregua con motivo del feriado musulmán Eid-al-Fitr, la violencia continuó en Afganistán. El viernes estalló una bomba en una mezquita en el norte de la capital matando a 12 feligreses, entre ellos el clérigo. Another 15 people were wounded. The Taliban denied involvement and blamed the government intelligence agency.
En un comunicado el domingo, el ala local del grupo Estado Islámico se atribuyó el ataque en la mezquita, calificándola de «ese lugar de plegarias de los apóstatas sufís» y matando «al imam apóstata». El comunicado afirma que 40 feligreses resultaron lastimados.
El EI también aseguró haber reventado varias plantas de generación eléctrica el fin de semana, lo que dejó a Kabul a oscuras justo al terminar el feriado que sigue al de ramadán.
En mensajes colocados en websites afines, el EI afirmó haber perpetrado 13 ataques en las últimas dos semanas que destruyeron 13 plantas eléctricas en diversas provincias. Tales instalaciones traen electricidad de países centroasiáticos como Uzbekistán y Tayikistán.
Los ataques han dejado sin luz a nueve provincias, incluida Kabul, informó el portavoz oficial Sanger Niazai. Hay sospechas que caudillos locales, en un intento por extorsionar al gobierno, fueron los organizadores de dichos atentados.
Por lo menos un caudillo fue arrestado el año pasado tras tratar de extorsionar al gobierno.
El domingo, en el vecindario chií Dasht-e-Barchi, padres de las niñas asesinadas en un cruento ataque contra una escuela el 1 de mayo protestaron, exigiendo mayores medidas de seguridad.
Afirmaron que 90 personas perecieron en ese ataque, la mayoría alumnas de la escuela Syed Al-Shahda. Nadie se ha atribuido ese atentado, pero la rama local del EI le ha declarado la guerra a la minoría chií del país.