Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, fue sentenciado el viernes a cuatro meses de prisión por negarse a testificar en la investigación del Congreso sobre el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021 por parte de partidarios del expresidente republicano.
Bannon, uno de los arquitectos de la campaña y la victoria presidencial de Trump en 2016, fue declarado culpable de dos cargos de desacato al Congreso por desafiar una citación para testificar sobre los disturbios.
El juez le permitió a Bannon, quien también recibió una multa de 6.500 dólares, permanecer en libertad mientras se procesa lo que según su abogado será una apelación «a prueba de balas». El estratega de Trump durante mucho tiempo adoptó un tono desafiante al salir del tribunal federal en Washington, arremetiendo contra el presidente Joe Biden y los líderes demócratas de la Cámara de Representantes. «Hoy fue el día de mi juicio por parte del juez», dijo Bannon a periodistas.
«El 8 de noviembre se juzgará al régimen ilegítimo de Biden», prometió, en alusión a las próximas elecciones de medio mandato. «Y sabemos en qué dirección va eso», dijo. «La administración de Biden termina la noche del 8 de noviembre». Bannon había sido recibido al llegar al juzgado por manifestantes que gritaban «¡Traidor! ¡Fascista!»
#ÚLTIMAHORA | Steve Bannon, el que fuera asesor ideológico de Donald Trump, sentenciado a cuatro meses de cárcel por desacato https://t.co/ndPxmbKxol
— Europa Press (@europapress) October 21, 2022
«NINGÚN TESTIMONIO»
En julio, Bannon había sido hallado culpable por dos cargos de desacato al Congreso, por negarse a acudir a una citación para declarar. La sentencia de prisión fue inferior a los seis meses que había pedido la fiscalía, pero superior a la libertad condicional que había solicitado la defensa.
Bannon había argumentado que se negó a comparecer ante la investigación del Congreso por consejo de su abogado de que hacerlo violaría privilegios presidenciales de Trump. Pero también dijo que sentía que la investigación del comité del 6 de enero estaba motivada políticamente.
Sin embargo, el juez federal Carl Nichols rechazó los argumentos y dijo que Trump nunca había hecho valer el privilegio ejecutivo en el caso de Bannon y que era necesario investigar lo ocurrido el 6 de enero.
«Los hechos del 6 de enero fueron innegablemente graves», dijo Nichols antes de pronunciar la sentencia. «El comité del 6 de enero tiene todas las razones para investigar lo que sucedió ese día».