Honduras emprenderá un «trabajo quirúrgico» para extirpar el narcotráfico del aparato estatal, un mal que filtró las altas esferas del poder e incluso llegó a la presidencia de la República, asegura el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón.
Sabillón fue quien, en 2014, como jefe de la Policía, desarticuló en una sigilosa operación al clan de los Valle Valle, «un cartel poderoso, que permeó las estructuras del Estado». Pero no alertó del plan al entonces recién asumido presidente Juan Orlando Hernández, cuenta en entrevista a la AFP. «Felizmente fue una operación sana, limpia, una estrategia muy bien diseñada», sostiene.
También cayeron los capos Carlos «el Negro» Lobo y Héctor Emilio Fernández, alias «Don H». Tras esos hechos, «fui desterrado del país con amenaza de muerte», cuenta Sabillón. Hernández «me destituyó el cargo y prácticamente me obligó a una situación (…) o salvo mi vida o me quedo con mi carrera policíaca; preferí mi vida».
Pero, tras el triunfo de Xiomara Castro -que asumió la presidencia el 27 de enero-, Sabillón fue convocado para asumir el Ministerio de Seguridad. «Por esas vueltas de la vida», dice, tuvo entre sus primeras tareas ejecutar la orden de detención contra el hoy expresidente Hernández, que espera en una cárcel su extradición a Estados Unidos para ser juzgado por haber traficado unas 500 toneladas de cocaína hacia este país, desde 2004.
En Estados Unidos ya cumple cadena perpetua por narcotráfico su hermano, el exdiputado «Tony» Hernández, mientras que el exjefe policial «El Tigre» Bonilla, señalado como cómplice de ambos, está preso en Tegucigalpa y también con boletos a Norteamérica.
– DESARTICULAR EL «NARCO-ESTADO» –
P: Para los fiscales de Nueva York que ven el caso Hernández, en Honduras se instaló un narco-Estado. ¿Cómo hacer para desmontarlo? ¿Habrá capacidad?
R: Sí estamos en capacidad. Hay escasez de recursos pero con este rediseño institucional [con Xiomara Castro] en la estrategia contra el crimen organizado (…) hemos aplicado procedimientos que son y han sido asertivos.
Cuando el crimen organizado se incrusta en el Estado se convierte en una mafia, porque detenta el poder público. Entonces es un trabajo quirúrgico que hay que hacer. Desde la vía democrática, recobrando las instituciones públicas, y desde la aplicación de ley, con procesos fuertes. Y un tercer proceso preventivo sería la educación, para que esas instituciones no se contaminen.
P: ¿Qué significa para el país la extradición del expresidente Hernández?
R: Un presidente solicitado en extradición, nosotros aplicando el acuerdo de extradición, lo hicimos valer, lo hicimos cumplir. Está dando [el mensaje] hasta el punto que deseamos, como sociedad, que se aplica la justicia.
Lo importante es que va en curso y eso da un mensaje fuerte a toda la población, a quienes aspiran a cargos públicos, que el Estado no va a tolerar estas situaciones y tampoco, pues, que nuestras instituciones sirvan para otros Estados para contaminarse. Es una lucha que afecta a otros pueblos del mundo.
P: ¿Cuántos hay en proceso de extradición?
R: Estamos hablando de más o menos 40 que están en procesos de extradición, procesos investigativos me refiero [no detenidos aún, sino pedidos por Estados Unidos, ndlr].
– DE PUENTE A PRODUCTOR –
P: ¿Honduras dejó de ser puente de transporte de cocaína para convertirse en fabricante?
R: Es evidente que [se convirtió en productor]. Ahí están las fotografías, las erradicaciones de plantaciones de coca y los laboratorios. Tres, creo, o cuatro desmontados este año.
Los carteles quieren ser semiautónomos [con cultivos en Honduras], en el sentido de no depender del punto de origen [en Sudamérica] y responder con mayor cantidad de ganancias al puerto de destino, a los grandes mercados de consumo internacional.
– VÍNCULOS CON EL ‘»CHAPO» –
P: ¿El ‘Chapo’ Guzmán estaba conectado con el expresidente?
R: Eso lo dicen los juicios [en Nueva York], los otros elementos esenciales de investigación que nosotros teníamos también nos informaban [esa posibilidad]. Pero qué podía hacer una institución [la Policía que él dirigía en 2014] cuando el pináculo del país está involucrado [en narcotráfico]. El hilo se rompe por la parte más débil, y se rompió por el mío. Quitaron al director de la Policía.
P: ¿Qué representa para usted volver?
R: La estructura del Estado estaba permeada y un funcionario de abajo, del primer escalón de justicia (él desde la Policía, ndlr) no podía optar por desarticular a lo máximo del Estado, en este caso del Ejecutivo. Entonces, para mí representa un trabajo de justicia y un éxito.
Llegar aquí y cristalizar el desmontaje de una estructura fuerte (…) Esto para mí es el Mundial, como obtener la Copa en el sentido profesional, no personal.