El diario independiente ruso Novaya Gazeta anunció este lunes la suspensión de sus publicaciones en línea y en papel hasta que termine la operación militar rusa en Ucrania, en un contexto de presión del poder sobre las voces críticas con él.
En un comunicado publicado en su página web, el diario -cuyo redactor jefe, Dmitri Muratov, recibió en 2021 el premio Nobel de la Paz- indicó que había tomado esta decisión tras haber recibido una segunda advertencia del regulador ruso de las telecomunicaciones por haber violado una ley sobre «agentes del extranjero».
«No hay otra solución. Para nosotros y, lo sé, para ustedes, es una decisión terrible y dolorosa. Pero tenemos que protegernos los unos a los otros», escribió Muratov en una carta a los lectores del diario.
Concretamente, se reprocha a Novaya Gazeta no haber precisado que una ONG mencionada en uno de sus artículos estaba calificada como «agente del extranjero» por las autoridades rusas, como lo exige la ley.
El diario recibió una primera advertencia el 22 de marzo y una segunda el lunes.
Desde el inicio de la operación militar el 24 de febrero, las páginas web de varios medios rusos o extranjeros han sido bloqueadas. Novaya Gazeta era uno de los últimos diarios independientes que seguía en actividad en Rusia.
Las autoridades votaron varias leyes que castigan con penas de cárcel lo que consideran como «informaciones falsas» sobre el conflicto en Ucrania.
Otra medida usada por las autoridades contra organizaciones o indivíduos críticos del Kremlin es la ley sobre los «agentes extranjeros».
❗ Мы получили еще одно предупреждение Роскомнадзора.
После этого мы приостанавливаем выпуск газеты в сетях и на бумаге — «до окончания «специальной операции на территории Украины».
С уважением, редакция «Новой газеты»https://t.co/ppsun7SMGy
— Новая Газета (@novaya_gazeta) March 28, 2022
Los que son calificados de «agentes del extranjero» deben presentarse como tal en cualquier publicación, incluido las redes sociales. Los medios que los mencionan también lo tienen que precisar.
Fundada en 1993, Novaya Gazeta goza de una gran reputación por investigar la corrupción y los atropellos a los derechos humanos en Chechenia. Este compromiso le ha costado la vida a seis de sus empleados, entre ellos la famosa periodista Anna Politkóvskaya, asesinada en 2006.