POR JONATHAN LEMIRE y AAMNER MADHANI/AP
WASHINGTON
El presidente Donald Trump ya no está en riesgo de transmitir el coronavirus, dijo el médico de la Casa Blanca, aunque se abstuvo de confirmar si el mandatario había dado negativo en las pruebas. El nuevo diagnóstico fue anunciado en momentos en que Trump se dispone a reanudar sus actos de campaña y otras actividades.
En un memorando difundido por la Casa Blanca, el comandante de la Armada, el doctor Sean Conley, dijo que Trump cumplió los criterios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) para poner fin a su aislamiento de manera segura y que según las «normas reconocidas actualmente» ya no puede considerársele un peligro de transmisión.
En el memorando no se indica si Trump ha dado negativo al virus. Sin embargo, las pruebas sensibles de laboratorio, como la PCR, permiten detectar el coronavirus en las muestras tomadas con hisopos de la nariz y garganta.
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El doctor William Morice, que supervisa los laboratorios en la Clínica Mayo, dijo esta semana que mediante las pruebas PCR, el equipo médico del jefe de Estado podría hipotéticamente medir y rastrear la cantidad de virus en las muestras tomadas durante un tiempo determinado y observar el descenso de la carga viral.
Algunos expertos médicos habían expresado su escepticismo de que pudiera declararse a Trump libre del riesgo de transmitir el virus tan pronto en el curso de su enfermedad. Apenas 10 días después del diagnóstico inicial de la infección no hay manera de saber con certeza que una persona no pueda contagiar a otra, dijeron.
REACCIONES
El doctor Albert Ko, especialista en enfermedades infecciosas y presidente de departamento de la Escuela de Salud Pública de Yale, dijo el sábado en la noche que la Casa Blanca al parecer seguía las directrices de los CDC en cuanto a la fecha apropiada para poner fin al confinamiento después de casos leves o moderados de COVID-19.
Sin embargo, Ko advirtió que quienes han tenido casos severos deben aislarse durante 20 días. Señaló que a Trump le dieron el esteroide dexametasona, que normalmente se receta a pacientes con COVID severo.
Ko agregó que la Casa Blanca había emitido declaraciones «enredadas» sobre la salud de Trump que dejaron muchas preguntas sin respuestas, entre ellas si el presidente tuvo neumonía.
Según las directrices de los CEC, la mayoría de las personas no necesitan hacerse pruebas para decidir cuándo pueden estar con otras. Ko señaló que la gente que ha tenido COVID-19 puede continuar dando positivo durante semanas o más tiempo, aunque ya no puedan contagiar a nadie.
SU APARICIÓN PÚBLICA
El memorando fue difundido después de que Trump hiciera su primera aparición en pública desde su regreso a la Casa Blanca luego de que lo atendieran de coronavirus en un hospital militar.
Trump se quitó una mascarilla momentos después de salir a un balcón de la Casa Blanca para dirigirse a cientos de personas reunidas en el Jardín Sur, su primer paso de regreso a la escena pública cuando faltan poco más de tres semanas para las elecciones. En su discurso el presidente elogió la labor policial.
El mandatario ignoró, una vez más, las recomendaciones de seguridad de su propio gobierno apenas días después de que reconociera que estuvo al borde de «una situación grave» a causa del virus y afirmara que su lucha contra la enfermedad le permitió comprenderla mejor.
Y cinco días después de que Trump regresara del Centro Médico Walter Reed, su salud seguía siendo un misterio dado que funcionarios de la Casa Blanca no han querido revelar si él ha dado negativo o si el mandatario sigue siendo un riesgo para la propagación del virus.
La reaparición de Trump fue breve.
Con vendajes visible en sus manos, posiblemente relacionado con una inyección intravenosa, Trump habló durante 18 minutos, mucho menos del periodo de poco más de una hora que le es habitual en sus actos políticos. Trump lucía saludable, aunque sonaba quizá un poco ronco, al ofrecer una versión corta de su discurso de campaña a pesar del escenario de la mansión ejecutiva.
Aunque fue descrito como un acto oficial, Trump no presentó propuestas políticas y en cambio lanzó sus diatribas habituales contra el demócrata Joe Biden al tiempo de elogiar a la policía ante una multitud de centenares de personas, cuya mayoría llevaba puesta mascarilla, pero pocos respetaban el distanciamiento social.
«Me siento fabuloso», afirmó Trump, quien de paso agradeció los buenos deseos y oraciones mientras se recuperaba. Después declaró que la pandemia, que se ha cobrado más de 210.000 vidas estadounidenses, estaba «desapareciendo» aun cuando él continúa recuperándose del coronavirus.
En un acto de desafío o simplemente tentando al destino, los funcionarios organizaron a la multitud justo a unos pasos de la Rosaleda, donde hace exactamente dos semanas el mandatario efectuó otra reunión multitudinaria para anunciar formalmente su nominación de la jueza Amy Coney Barrett a la Corte Suprema. Ese evento está siendo considerado como un posible gran propagador del COVID-19 debido a que más de dos docenas de personas que asistieron han contraído el virus.
Trump confiaba en efectuar varios actos de campaña este fin de semana, pero tuvo que conformarse con el de la Casa Blanca. Aun cuando se desconoce su situación de salud, Trump tiene previsto intensificar sus giras con un acto de campaña el lunes en Florida, seguido de visitas a Pensilvania y Iowa en los días posteriores. Se desconoce si Trump representaría un riesgo para quienes volarían con él en el Air Force One o con quienes se encuentre en los actos políticos.