POR GRECIA ORTÍZ
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Los ciudadanos de Estados Unidos se preparan para las elecciones del 3 de noviembre, Donald Trump busca la reelección con el partido republicano, mientras el exvicepresidente Joe Biden quiere llegar a la Presidencia con los demócratas.
Tres analistas consultados por La Hora detallaron su visión de lo que podría representar para la región el resultado de la elección, principalmente para Guatemala, y lo que perciben es un cambio gradual en ciertos aspectos, principalmente si gana la Presidencia el demócrata, Joe Biden.
LA ERA TRUMP Y LAS PROPUESTAS DE BIDEN
Trump ha impulsado un muro físico y de políticas en la Frontera Sur, el cual se extendió a México y también a Guatemala, Honduras y El Salvador con los acuerdos de tercer país seguro que adoptaron en los últimos años.
También ha impulsado varias políticas que afectan a migrantes, el año pasado suspendió los fondos de ayuda para los países del Norte de Centro América, al considerar que no hacían lo suficiente para evitar la migración.
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Durante la administración Trump también se terminaron las iniciativas anticorrupción impulsadas en Guatemala, respaldada por la ONU y la MACCIH en Honduras, con el respaldo de la OEA.
Mientras que algunas de las propuestas de Biden incluyen poner fin a las políticas de asilo perjudiciales de Trump, y convocar a una reunión regional con El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Canadá, para abordar los factores que impulsan la migración.
El candidato demócrata expone que buscaría abordar las causas fundamentales de la migración al fomentar una mayor seguridad, desarrollo económico y respeto por el Estado de Derecho en América Central.
Mientras que una nota publicada recientemente por el LA Times detalla que de ser electo Biden, las iniciativas anticorrupción revivirían para la región.
¿QUE CAMBIARÍA?
Para Sindy Hernández del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT) de la Universidad Rafael Landívar (URL), el discurso de Biden ha sido y es el de humanizar la política migratoria de EE. UU.
Sin embargo, cree que, aunque busca “humanizar la política migratoria”, no se debe olvidar que, por ejemplo, el presidente mexicano Manuel López Obrador, también hablaba de lo mismo, incluso prometió respetar los derechos humanos de los migrantes centroamericanos y establecer lazos de desarrollo entre EE. UU., Canadá y el Norte de Centroamérica, pero sucedió lo contrario y se acercó a la administración Trump.
Hernández menciona que quizá lo más importante de decir, es que ya hay un daño porque la xenofobia se incrementó y que muchas personas en EE. UU. apoyan la política antiinmigratoria y con ello el cierre de fronteras.
“Hay daños políticos como quien está ahora mismo como representante del BID, que está ligado a Trump, es decir, sigue el tentáculo de la política Trump. También el desmantelamiento al Departamento de Estado. Con Biden es posible que haya cambios, pero no los que esperamos ni a la velocidad que quisiéramos, como ciertas agencias del Departamento de Estado, no pueden cambiar de la noche a la mañana”, aseguró.
Para el caso de Guatemala, destaca que “podría abrirse el diálogo, pero aquí es imperativo saber si el actual gobierno tiene interés en el tema migratorio o seguirá prefiriendo expulsar lo más valioso que tiene, a su gente”.
MONTENEGRO: CONDICIONES SE MANTENDRÍAN SI TRUMP SIGUE AL PODER
Mientras que Álvaro Montenegro de Alianza por las Reformas, expresó que se prevé un cambio en el enfoque migratorio, considerando que esto hizo que se criminalizara a los migrantes y que esto también tuvo relación al apoyo político que buscó Jimmy Morales para sacar a CICIG.
“Si se recupera un enfoque migratorio en el cual se ve que una de las causas de la migración es la corrupción porque genera pobreza, entonces se puede dar un respaldo contundente en la lucha contra la impunidad y sanciones a grupos empresariales, políticos que están vinculados a corrupción y redes criminales, estamos hablando de un cambio en el gobierno si gana Joe Biden”, mencionó.
Con la política migratoria de Trump, el entrevistado señala que se seguiría una lógica exclusivamente criminalizadora, en la que se podría dar lugar a peticiones para negociar un debilitamiento a la lucha contra la impunidad.
No obstante, remarca en que hay cuestiones que siguen en la mirada de Estados Unidos, entre estas, las sanciones que han emitido a Gustavo Alejos, entre otras.
ASIES: CAMBIOS EN GENERAL, TIENDEN A SER PROGRESIVOS
Por último, el investigador de la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (ASIES), Fernando Ixpanel, explicó que los cambios en política externa que puedan existir en países grandes como Estados Unidos, en general tienden a ser progresivos.
“Lo que sí hubo con la llegada de Donald Trump fue un cambio radical en uno de los ejes, ese eje fue la posición de Estados Unidos en el sistema internacional, anteriormente se miraba a Estados Unidos como un actor de cooperación y un actor que trabajaba conjuntamente con instituciones internacionales y con distintos países para poder lograr sus objetivos en política exterior, pero a la vez, cuidar de sus intereses”, mencionó.
Sin embargo, detalló que uno de los cambios fue la implementación de la doctrina America First, con lo que realizo acciones que llevaron a esa nación a retirarse de iniciativas internacionales.
De llegar a la presidencia Joe Biden, mencionó que se verían cambios en el discurso de América Primero y vería más el discurso de que EE. UU., es un agente en el sistema internacional que busca cooperar con países e instituciones, que les ayuda con los intereses geopolíticos que tienen.
Aunque nos hemos enfocado en la política migratoria de Trump, el entrevistado recuerda que durante el mandato de Barack Obama se tuvo a la mayor cantidad de migrantes deportados.
“Sí hay cambios serían pequeños y serían progresivamente que se estarían implementando, serían las formas más que todo”, destacó.
Ixpanel dice que de elegirse a Biden, es posible ver un énfasis en las políticas anticorrupción en la región, que son implementadas por la administración Trump, pero de una intensidad distinta.