Aquí se incauta únicamente lo que los narcos consideran que es la cantidad suficiente para que cualquier gobierno pueda presumir de que hace algo. Foto La Hora/Ejército de Guatemala

Ayer, en un acto realizado por el aniversario de la Marina del Ejército Nacional, el presidente Giammattei felicitó a los marinos por su trabajo, afirmando que “Se seguirá manteniendo esa presión operacional en el mar para vedar el espacio marítimo al crimen trasnacional», expresión que tiene enorme importancia porque los informes internacionales existentes indican que nuestro país se ha convertido en pieza clave del trasiego que se hace con la droga y las agencias internacionales están alarmadas por el creciente control que están ejerciendo en el país y la incapacidad institucional para contener su avance.

Es más, localmente hasta los que históricamente han sido los captores del Estado se preocupan por el avance del narcotráfico en el país y la forma en que pueden operar a sus anchas gracias a que vieron cómo se hacían las cosas y ahora son los financistas de toda clase de políticos, desplazando a los tradicionales que por ello se preocupan.

El narcotráfico es, junto a la migración, el problema que más preocupa a los Estados Unidos y vemos que en Guatemala operan libremente porque nunca hay capturas cuando se detecta alguna nave en tierra ni se habla de incautaciones en los mares territoriales como para justificar esa expresión del Presidente en el sentido de que se mantiene una presión operacional en el mar para vedar el espacio marítimo al crimen transnacional.

De hecho, se sabe que una de las grandes preocupaciones en Washington, aún en tiempos de Trump, ha sido el tema del narco en Guatemala y se habían alentado algunas esperanzas cuando se produjo el cambio de gobierno aquí, el año pasado, pero las mismas desaparecieron aún antes de que se diera la toma de posesión del gobernante y el panorama ahora no lo ven con optimismo.

Para que un país pueda tener control de su territorio y de su mar territorial en el tema del trasiego de drogas, hace falta que se mantengan operaciones constantes que se traducen en incautaciones y capturas. Aquí se incauta únicamente lo que los narcos consideran que es la cantidad suficiente para que cualquier gobierno pueda presumir de que hace algo, pero llama la atención que nunca se producen capturas y las que se hicieron la última vez fueron una patraña bien montada que hasta nuestro ineficiente sistema de justicia tuvo que dejar en evidencia.

Pero como vivimos en época de ilusiones y fantasiosas visiones de la realidad del país, se entiende que el Presidente exprese esa felicitación por una presión operacional tan secreta que ni el crimen transnacional llega a notar.

Redacción La Hora

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