El plan fue bien diseñado y se aproxima el momento en que se concreten los resultados previstos. Ya en La Hora hemos dicho varias veces que el retardo malicioso en los procesos por corrupción no era casualidad sino producto de una bien planteada estrategia en la que se prefirió una larga prisión preventiva, en espera de que se terminara la presencia de la CICIG en el país, antes que un proceso más expedito que terminara con una condena como la que ya se aplicó a Roxana Baldetti y otros sindicados en distintos casos que avanzaron más rápido de lo que querían los sindicados.

Ayer el comisionado Iván Velásquez expresó su preocupación por el futuro de los casos que se tendrán que resolver en sentencia luego que se retire definitivamente la Comisión. De hecho ya se están retirando sus representantes en varios de los procesos que siguen su curso, agravándose el caso porque no se ha logrado una respuesta de la fiscal general Consuelo Porras respecto a la incorporación a la FECI de aquellos expertos que podrían dar sustento a las acusaciones. El fiscal Sandoval ha hecho un enorme trabajo y se le reconoce no sólo su capacidad sino su dedicación y entrega a la causa de la lucha contra la corrupción, pero sin el respaldo de expertos que puedan validar y reforzar la prueba científica, poco se puede esperar en procesos que dependen tanto de los expertos en análisis financiero, en quienes recogieron información electrónica forense y toda una gama de investigadores que fueron fundamentales para la sólida presentación de los casos.

Y dijo el Comisionado que le preocupa la ausencia de una respuesta y del respaldo institucional que se debe a fiscales que están siendo acosados por los procesados con una serie de procesos en su contra y ataques en las redes sociales, sin que el Ministerio Público como institución recuerde que son funcionarios en cumplimiento de su deber y que por lo tanto merecen mínimos de respeto.

El plan de los sindicados era prolongar los procesos, aun estando en prisión preventiva, para que las etapas de sentencia llegaran cuando ya no estuviera la CICIG, objetivo que se propusieron y se ha cumplido. Eso permitirá que se vayan cayendo, como castillos de naipes, los casos que evidenciaron los niveles espantosos de corrupción que hay en el país y que los sindicados recuperen su libertad y tranquilidad para gozar de los millones que amasaron al margen de la ley y en detrimento del erario y de la población.

Redacción La Hora

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