Para los cristianos la Navidad es, sin duda, el día más importante del año, una fecha que se celebra en familia y que permite no solo fortalecer los lazos de amor, sino también compartir valores como la solidaridad consistente en vínculos estrechos en los que se promueve la generosidad, cooperación y empatía entre todos los integrantes del núcleo familiar. Hoy, a la media noche, nos daremos un fuerte y sólido abrazo con el que expresaremos esos buenos deseos para todos los que queremos y quienes nos rodean, compartiendo uno de los momentos más afectivos de cada año.
Todos los días ocupamos este espacio para tratar temas de interés público y nacional, pero hoy es día de ocuparnos de las cosas de la familia, de los sentimientos que nos enriquecen cada día gracias a la existencia de esos especiales sentimientos que nos unen y queremos compartir con los lectores de La Hora esa sana, agradable y vibrante sensación de afecto, luz y esperanza. Todo ello resultado del nacimiento del Niño Jesús quien vino al mundo para provocar el cambio más importante que ha vivido la humanidad a lo largo de su historia.
El ajetreo cotidiano, lo retos de la vida y los momentos complicados, nos impiden, muchas veces, mantener en el día a día esos sentimientos que nos pueden unir de una forma tan especial; hoy debemos olvidar todo lo que nos puede distanciar para enriquecer nuestra vida con pensamientos y sentimientos que refuercen esos lazos familiares y los conviertan en instrumento para compartir la vida, en las buenas y en las malas, sabiendo que tenemos una maravillosa compañía gracias a la Virgen que dio a luz al Hijo de Dios y sin olvidar la importantísima figura de San José.
Más que soñar con una vida mejor y distinta, tenemos que entender qué es lo que tenemos y cómo podemos sacarle el máximo provecho para bien de todos los que nos rodean. La vida no es un sueño sino una realidad que tenemos que manejar con valores y principios a lo largo de nuestra existencia.
Queremos aprovechar este espacio para desearle a todos y cada uno de los lectores de La Hora las mayores bendiciones que en familia se puedan recibir. A nuestros magníficos colaboradores les agradecemos su constante esfuerzo por aportar tanto para que, mediante correcta y efectiva comunicación, entendamos nuestra realidad y podamos contribuir a promover con más fuerza el ansiado bien común.
Nuestra solidaridad y empatía con aquellos que están pasando momentos complicados en la vida. Recordando que mantener la fe es clave para torear las aguas agitadas y que por gris que se torne el cielo, el sol vuelve a salir.
Que Dios bendiga a cada una de las familias que hoy compartirán un abrazo a la media noche, celebrando el día más importante de la cristiandad.








