No cabe duda la profundidad y certeza de la llamada sabiduría popular y lo demuestra la frase que se viene usando por muchas generaciones cuando se acumulan los problemas hasta crear una gran calamidad. Ahora, literalmente, nos está lloviendo sobre mojado y las repercusiones son muy fuertes, no solo en cuestión de tráfico que es lo que afecta a millones de personas, sino con tanta destrucción que va más allá de puentes y carreteras porque se están derrumbando las laderas por todo el país y muchas viviendas están siendo afectadas en diversos municipios.
Siempre el exceso de lluvia ha sido un problema grave y por ello esa frase que se repite cada vez que se acumulan las dificultades y cuando, lejos de ir desapareciendo, se vuelven peores por la interminable sucesión de hechos que complican las cosas. Expertos consideran que el fenómeno La Niña, que se presentó a partir de septiembre, puede ser la causa de que nuestro invierno se haya prolongado y agravado, incrementando los aguaceros. Los fenómenos El Niño y La Niña se atribuyen al calentamiento global que sufre el planeta por los descuidos del hombre y que puede crecer por el abandono de grandes potencias de sus compromisos para la protección del medio ambiente.
En muchos países se producen estragos, pero, obviamente, en aquellos que tienen una débil infraestructura la cosa empeora y en Guatemala llevamos décadas en las que prácticamente toda la obra pública se hace alrededor de los lucrativos negocios que hacen muchos contratistas sobornando a los funcionarios que toman decisiones. En otras palabras, está probado que no hay realmente estudios serios para la ejecución de los proyectos sino que simple y sencillamente se trabaja alrededor del soborno porque está probado desde hace mucho tiempo que aquí, verdaderamente, no hay obra sin sobra, como explicó un funcionario internacional de la OIM en los ya remotos tiempos de Berger.
La fuerza de la naturaleza no la podemos controlar, pero sí debiéramos disponer de una infraestructura realizada con serios estudios para prevenir algo que se está volviendo natural; y ese llover sobre mojado que en lo que a Guatemala respecta se siente en días como hoy, cuando los reportes de derrumbes, deslizamientos y descalabros viales terminan siendo varios.
Como ha pasado antes, en estas épocas de suelo saturado es donde más peligro existe y será necesario que las autoridades estén listas para poder atender cualquier agravante que pueda darse, pero como dijimos, además de hacerlo necesitamos discutir qué tipo de obras queremos y cuándo estamos dispuestos a trabajar para ponernos de acuerdo.
En 2023 los ciudadanos, hartos de esa situación y de los efectos que el saqueo de los fondos públicos tiene en la vida cotidiana, dieron un claro mandato contra la corrupción, pero resulta que no sólo el poder de las mafias es demasiado grande, sino que la autoridad electa no encontró los mecanismos para unir a la sociedad con propuestas claras y directas para limpiar al país. Y pensando en los dichos populares, valdría la pena que el gobierno recuerde que “nunca es tarde” para empezar a abordar las cosas desde la raíz del sistema.