Patria
Diseño La Hora: Jesús Ríos
0:00
0:00

Amar y querer pueden usarse como sinónimos en el sentido del afecto que podemos sentir por alguien o por algo. Pero en estos días previos a la celebración de la Independencia nos interesa destacar el termino querer en el sentido de lo que ansiamos o necesitamos y es el asunto que nos interesa abordar. En efecto, precisamente por el amor que le tenemos, todos, desde la niñez, queremos lo mejor para el país sabiendo que ello significa desarrollo y prosperidad para sus habitantes. Desde 1821 hemos tenido patriotas que se motivan con ese deseo, ese sueño, de emprender una ruta que permita satisfacer plenamente las necesidades, aprovechando la riqueza natural que tiene nuestro bello territorio.

Sin embargo, el anhelo no llega a ser un sueño hecho totalmente realidad porque en la práctica las cosas ocurren de manera diferente a lo que esperamos en el día a día; la mejor muestra, contundente por cierto, de esa afirmación es lo que ha ocurrido luego de la masiva participación ciudadana en las últimas elecciones para generar un mandato que nos llevara a romper los entramados de la corrupción. El ciudadano votó por el único candidato ajeno a las numerosas mafias y si bien el apellido y el prestigio de su padre fueron atractivos importantes, en el fondo el voto fue para dar un viraje profundo y radical en el rumbo de la Patria.

Es más que obvio que la mayoría de la gente en Guatemala quiere una Patria diferente en la que los recursos públicos sirvan para promover mejores condiciones de vida para todos los guatemaltecos, especialmente los honrados, muchos de los cuáles han tenido que emigrar para encontrar los medios que les permitan mantener a sus familias. Durante muchísimos años el dinero del pueblo ha servido para enriquecer a políticos y contratistas o proveedores del Estado que amasan fortunas mediante negocios que implican compras sobre infladas o esos mamotretos de obras que han efectuado.

En estos días de encendido fervor patrio se vale soñar y nuestro sueño tiene que girar alrededor de una realidad distinta. Y en la medida en que todos estemos dispuestos a asumir mayores compromisos para enfrentar a las mafias, algo empezaremos a construir; nada cambiará de la noche a la mañana pero debemos empezar a encarar nuestra realidad y asumir compromisos. No podemos negar que nuestra indiferencia o resignación ante tanto descaro han sido aliciente para que los largos sigan como si nada hubiera ocurrido.

El fervor patrio tiene que ir más allá de entonar el himno, de participar en desfiles o carreras de antorchas; implica el repudio a tanto sinvergüenza y el compromiso de todos y cada uno de nosotros.

Artículo anteriorFin de semana cívico: así se prevé que esté el tránsito durante las celebraciones patrias
Artículo siguienteMartínez contra Mbilli: casas de apuesta no ven ganador por decisión de jueces