Desde el 21 de diciembre del 2023, cuando se conoció una inconstitucionalidad presentada por varios abogados contra la Ley Orgánica del Ministerio Público, la Corte de Constitucionalidad estableció el tema de la capacidad física o mental del Fiscal General como una causal para que pueda ser removido del cargo. De hecho, esa resolución dictada por la CC convierte el tema en un verdadero asunto de Estado. Y tomando en consideración las prolongadas ausencias de Consuelo Porras, por razones que no se han establecido legalmente, es del caso señalar que esa situación amerita un trato muy especial y específico.
Al margen de la existencia de una cúpula en el Ministerio Público que se atribuye y desempeña funciones que corresponden exclusivamente a quien ostenta el cargo de Fiscal General, es un hecho cierto que Consuelo Porras ha tenido que ausentarse de sus funciones y es, por lo tanto, indispensable que se pueda establecer técnicamente su condición de capacidad física o mental para que pueda continuar en el desempeño de esas funciones vitales para el país.
No pretendemos caer en el tema de los rumores que se han hecho circular respecto a una posible enfermedad porque creemos que esos temas son demasiado serios para manejarse a nivel de chismes o mensajes que reproducen las redes sociales, pero a la luz de las ausencias que ha tenido la Fiscal y de la forma en que la mantienen alejada de la vista pública, salvo cuando se trata de videos pregrabados, hace que se tenga que pedir una científica comprobación de su actual estado en cuanto a capacidad física o mental para el desempeño de sus funciones.
Ciertamente, el trabajo correspondería al Instituto Nacional de Ciencias Forenses pero tanto el público como la comunidad científica y médica del país deben tener acceso a los informes que se rindan porque, repetimos, es un verdadero tema de Estado que merece tratarse con seriedad. No sería permisible que el grupo que rodea a la Fiscal la arrope para mantener oculta alguna forma de incapacidad para el desempeño del cargo, de manera que ellos puedan seguir manejando el Ministerio Público como si fueran ellos los titulares del cargo que es, obviamente, personalísimo.
No por las muchas cosas que se digan al respecto sino por las ausencias de Consuelo Porras del despacho, así como el evidente manoseo de sus redes sociales que hacen algunos de sus allegados -pues es conocido que ella no hace uso de ese tipo de comunicación-, creemos conveniente, en el marco de lo resuelto por la Corte de Constitucionalidad, establecer científicamente el nivel de capacidad física o mental de la Fiscal General.
