Elcardenal Robert Prevost como el Nuevo Papa, quien llevará el nombre de León XIV. Diseño La Hora / Roberto Altán

Contra lo que se había anticipado respecto a un prolongado proceso para elegir al Nuevo Pontífice de la Iglesia Católica, el Colegio Cardenalicio designó este día al Cardenal Robert Prevost como el Nuevo Papa, quien llevará el nombre de León XIV, en una muestra de unidad que tiene profundo significado y valor para esa religión. Prevost nació en Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Chicago, y se nacionalizó peruano en el año 2015 luego de mucho tiempo de ejercer el sacerdocio en ese país sudamericano en el que fue elevado al Obispado por el Papa Francisco.

Posteriormente fue designado Prefecto para el Dicasterio de los Obispos, cargo de enorme importancia e influencia, posición en la que se encontraba cuando fue designado, en el año 2023, como Cardenal por el recién fallecido Pontífice. Es el primer Papa nacido en Estados Unidos, y el primero de nacionalidad peruana, convirtiéndose así en el segundo prelado latinoamericano.

Se anticipaba que debido a los esfuerzos que hizo el Papa Francisco por hacer más incluyente y unitaria a la Iglesia Católica, las fuerzas conservadoras tendrían adeptos para dar una intensa batalla en la elección de quien lo sustituyera, pero los hechos han confirmado que la enseñanza del recién fallecido Guía Espiritual sembró semilla y que ahora  se renueva el compromiso para continuar con esa visión que apunta a modernizar a la Iglesia para colocarla a la altura de nuestros tiempos.

No se puede olvidar, por ejemplo, que las Sagradas Escrituras y muchas de las tradiciones del catolicismo tienen su origen justamente en los tiempos de Cristo, cuando las culturas eran totalmente distintas a la que hoy se vive. El simple hecho de entender cuál era la posición social de la mujer en aquellos lejanos tiempos explica la marginación histórica que sufrió dentro del catolicismo y que fue una de las cuestiones en las que mucho se esmeró el Papa Francisco para empezar a introducir cambios que abrieran un panorama más acorde con el mundo actual.

La sencillez personal del Papa Francisco fue otro elemento que vino a cambiar años de tradición en la que la figura papal era objeto de una absoluta veneración que lo alejaba del común de los mortales, cosa que el desaparecido Jefe de la Iglesia hizo a un lado para convivir como uno más con los millones de fieles que habitan el mundo.

El primer discurso del nuevo Papa, corto pero muy concreto en cuanto a continuar con ese sueño de igualdad e integración, alienta a un futuro en el que la Religión irá avanzando en esa importante y necesaria adecuación al tiempo moderno para mantenerse como guía y eje en la vida de los millones de católicos que hoy celebramos que ¡TENEMOS PAPA!

Redacción La Hora

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