Contratación de software en el IGSS: De Q8 millones por cinco hospitales a Q38.5 millones por nueve
Foto: La Hora/ Diseño Roberto Altán.

La humanidad entera reconoce la certeza del dicho que afirma que en el arca abierta hasta el justo peca, pues se trata de una triste, pero exacta realidad, porque haría falta una inconmensurable dosis de apego a valores y principios para dejar pasar las jugosas oportunidades que se presentan. Se ha dicho que “dada la fragilidad humana, no debe haber descuidos que favorezcan los delitos ni dar facilidades para cometer un delito o caer en tentación”, pero en nuestro país no son solo descuidos, sino que hay enormes estímulos para el saqueo de los fondos públicos.

El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) no es ajeno a ese clima alentador para la corrupción y, por el contrario, se ha vuelto una de las arcas más abiertas del país, lo cual ya es muchísimo decir tomando en cuenta que el sistema de justicia está más empeñado en perseguir a los críticos de las mafias que en combatir el robo descarado de dinero de los guatemaltecos. Hoy sabemos que el IGSS aprobó el contrato para la adquisición de software para la atención al paciente en nueve hospitales por un total de Q38.5 millones, negocio que se intentó realizar el año pasado para únicamente cinco centros de atención por la suma de Q7.99 millones, pero que muy convenientemente fue declarado desierto para ejecutarlo este año con el grosero incremento señalado.

Ahora descubiertos el IGSS trata de justificar el amañado negocio hablando de cantidad de camas, extremo que no estaba en las bases. Las explicaciones oficiales que da el IGSS sobre el aumento de precio demuestran, simplemente, que Flamenco ya perdió el miedo que tuvo el año pasado y al ver cómo lo que podían ganar con cinco hospitales, lo multiplicaron haciéndolo en nueve e incrementado el número de camas sin que ello, insistimos, estuviera en las bases. No olvidemos dos cosas importantes: las denuncias sobre negocios en el IGSS son muchas y ninguna ha sido investigada, pero lo más importante es que la institución continúa bajo la presidencia de José Adolfo Flamenco Jau, nombrado para el cargo en junio del 2021, nada más y nada menos que por Alejandro Giammattei contando, por supuesto, con el visto bueno del Jefe de Jefes, su pareja sentimental Miguel Martínez.

Si reparamos, además, en que han pasado ya 466 días sin que el Ministerio Público mueva un dedo para investigar ningún caso en el que pueda estar involucrada esa parejita, resulta claro que quien fue puesto en el IGSS para seguirles generando abundantes fondos no será objeto, jamás, de ninguna investigación lo que da absoluta certeza para afirmar que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social es una inmensa arca abierta en la que hasta un justo pecaría, no digamos quienes fueron puestos allí precisamente para robar a manos llenas.

Dolorosa la realidad de un país en el que con saña se persigue a quienes actuaron en contra el intento de golpe, mientras se hacen babosos ante la cruda y evidente existencia de tanta arca abierta.

Redacción La Hora

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