Werner Ovalle, Superintendente de Administración Tributaria. Diseño La Hora / Roberto Altán

La elección de Werner Ovalle como Superintendente de Administración Tributaria en el país generó reacciones airadas de los netcenteros vinculados al Ministerio Público, quienes salieron a informar de una acción de Amparo Interpuesta por el abogado Mynor Giovanny Caté Chirix, el mismo que accionó para ayudar a que Consuelo Porras pudiera ingresar en la nómina de candidatos a Fiscal General cuando la respectiva Comisión Postuladora, en ejercicio legítimo de sus funciones, la había dejado fuera.

La virulenta reacción de esas cuentas obliga a pensar que la decisión de designar a Werner Ovalle fue una decisión en la dirección correcta, al punto de causar alarma y preocupación entre aquellos que persisten en el intento de secuestro de todas las instituciones nacionales para que sigan sirviendo a la corrupción y aseguren la absoluta impunidad a los saqueadores del Estado. La Superintendencia de Administración Tributaria es pieza clave en el control de las diferentes actividades económicas sujetas al pago de impuestos y por lo tanto, tal tipo de información preocupa seriamente a muchos que caminan en la sombra tratando de escapar del radar de la legalidad.

Werner Ovalle dejó el Viceministerio de Gobernación, en donde tuvo un papel importante en el tema del combate al narcotráfico, política por cierto muy elogiada por Estados Unidos, y obviamente es una persona que tiene conocimiento de muchas cosas que ocurren en ese bajo mundo y, sobre todo, de las relaciones que pueden existir entre los traficantes de droga e “importantes personajes” de la vida nacional.

Lo preocupante, por supuesto, hubiera sido que las cuentas que operan desde las mismas entrañas de la institución llamada a investigar y perseguir los delitos, aplaudieran el nombramiento de Werner Ovalle como Superintendente; ello sí que hubiera sido fatal para el recién juramentado funcionario, quien fue designado por el Directorio de la SAT de conformidad con lo que establece la ley. Todos podemos tener simpatía o molestia por algún nombramiento ya que nadie es perita en miel para caer bien a todo el mundo, pero cuando las críticas vienen de esas cuentas tenebrosas, por supuesto que la ciudadanía debe entender que se dio un paso en la dirección correcta.

Y si quien presentó el Amparo es quien hizo lo mismo para asegurar que Consuelo Porras fuera incluida en la lista de abogados nominados para Fiscal General en el último proceso, cuando la postuladora la había dejado fuera causando enorme molestia a esos tenebrosos grupos, por supuesto que los indicadores terminan siendo alentadores de que la SAT podrá seguir no solo cobrando impuestos sino denunciando legalmente a las fuerzas tenebrosas que operan en el marco de la tan gigantesca corrupción, esa que protegen quienes debieran perseguir a los ladrones.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorDiaco supervisa precios de combustibles, gas propano y canasta básica durante la Semana Santa
Artículo siguienteSigue en vivo las procesiones de esta Semana Santa con las transmisiones de La Hora