Ayer no se pudo llevar a cabo la sesión que semanalmente realizan los jefes de los bloques reconocidos legalmente en el Organismo Legislativo puesto que solo llegaron los de las bancadas Azul, Cabal, Compromiso, Renovación y Orden (Creo), Visión con Valores (Viva), Victoria y Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (Vos), mientras se ausentaron los representantes de Valor, Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Todos, Vamos, Nosotros, Comunidad Elefante, Bienestar Nacional (Bien), Cambio, Unionista y Winaq.
La falta de quórum no permitió agendar puntos para sesiones en esta primera semana de abril, lo que obedece al interés que hay para impedir que se discuta en el pleno el tema del famoso aumento de sueldo que se recetaron los diputados al aprobar el cuestionado Presupuesto vigente para el año 2025. Hay muchas especulaciones sobre las posibles razones para impedir las sesiones ordinarias que tenía que celebrar el legislativo, pero la verdad clara y precisa es que la mayoría de diputados no quiere que se revise el tema de ese jugoso salario que aprobaron y que cobró vigencia este año.
Es un aumento sustancial y, obviamente, la mayoría de diputados no comparte la visión de la Directiva que decidió someter a conocimiento del pleno una revisión de la medida. Y es que habiendo ya dado el severo golpe no quieren tener otra vez la necesidad de ratificar con su voto, por el mismo se conoce el nombre de quienes lo hicieron a favor y en contra. Para desviar la atención ciudadana han propagado toda una gama de argumentos a fin de no sesionar cuando, en la práctica, el tema a discutir y en el que se pondrían en evidencia es el del incremento salarial tan descarado que ya empezaron a disfrutar y al que no quieren renunciar a pesar del clamor ciudadano para dejarlo sin efecto.
Desde que fue aprobado ese aumento la reacción pública ha sido de absoluto repudio porque todos sabemos cómo han venido operando las sucesivas legislaturas desde hace muchos años, velando únicamente por el interés propio e ignorando maliciosamente el bien común y el interés de la ciudadanía. La mejor muestra la dieron justamente cuando, además de incrementarse de manera insolente el sueldo, aprobaron una jugosísima partida para los famosos Consejos de Desarrollo que desde hace muchos años vienen operando como caja chica de los mal llamados representantes del pueblo.
Y temas como el de los salubristas, que ellos mismos alentaron para que reclamaran, no únicamente mayor salario sino también otras prestaciones, caen como anillo al dedo a esas bancadas que de forma descarada muestran su repudio a cualquier acción que se traduzca en la revisión del maravilloso salario que ahora devengan.