Diseño La Hora: Alejandro Ramírez
De ayer, Zelensky y Trump una donde se le mire la cara de bravo a ambos o gestos de Trump. Diseño La Hora: Alejandro Ramírez

Inmediatamente después del triunfo de los aliados en Europa, en mayo de 1945, empezó a generarse un nuevo orden mundial en el que las dos principales potencias de esa alianza, Estados Unidos y la Unión Soviética, empezaron a marcar sus diferencias que provocaron lo que mundialmente conocimos como la Guerra Fría, marcada por las diferencias ideológicas entre el marxismo y el capitalismo. La caída de la Unión Soviética en el Día de Navidad de 1991, cuando Mijail Gorbachov dimitió como Jefe de Estado, marcó el inicio de las separaciones de muchos estados que habían sido de la URSS pero la polarización entre Rusia y los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, se mantuvo mediante una estrecha colaboración entre Estados Unidos y Europa para enfrentar a los rusos.

Ni siquiera la desaparición de los regímenes abiertamente comunistas en Rusia abrió las puertas para facilitar las relaciones entre las que, junto a una creciente China, eran las grandes potencias mundiales. La guerra que inició hace tres años en Ucrania, luego de la invasión rusa ordenada por Vladimir Putin, generó un torrente de apoyo de parte de toda la OTAN, siendo Estados Unidos el mayor proveedor de recursos bélicos para el país que dirigía Volodomir Zelenski.

En el marco de ese reconocido “orden mundial” la respuesta a la invasión rusa a Ucrania fue granítica y a nadie sorprendió el papel de Estados Unidos y los países democráticos de Europa para repudiar el acto de agresión de Putin, quien fue destacado miembro de la policía secreta de la Unión Soviética, la KGB.

Ayer, en la Casa Blanca, se dio un hecho insólito, nunca antes visto, en el que ante las cámaras que difundían el evento se enfrentaron directa y abiertamente el Presidente y el Vicepresidente de Estados Unidos con el presidente de Ucrania, un país aliado que recibió masivo apoyo tras la invasión sufrida hace tres años. Las imágenes dieron la vuelta al mundo de inmediato y las reacciones dejan ver la sorpresa que provoca la ruptura de ese casi ancestral orden que desde 1945 venía siendo rector de la política en el mundo.

Donald Trump excusa que no puede llegar a acuerdos con Putin si lo señala y acusa y así justifica porqué llama dictador a Zelensky pero no lo hace con Putin. No debemos olvidar que el dictador ruso es uno, sino es que el líder más odiado por los americanos incluidos muchos simpatizantes de Trump y eso lo hace todo más complicado. De igual manera, los líderes del mundo no se tragan ese argumento y el mismo Putin ve esto como una gran ventaja a su favor.

Lo que se pudiera considerar una simpatía de Trump por Putin no es una novedad pero no es lo mismo esa afinidad personal con lo que pueda resultar con ese cambio rotundo y radical del panorama mundial establecido hasta 8 décadas. La reacción de los países europeos indica que la ruptura entre Washington y Ucrania se traduce en una tormentosa relación con la Unión Europea y, posiblemente, el mismo fin de la OTAN.

Los acontecimientos se irán dando día a día a partir de ese conflicto público en la Casa Blanca y es imposible predecir el resultado final, aunque ya muchos expertos empieza a alertar que saliendo de esta situación el asunto de China y Taiwan entrará en algún momento en escena.

 

Redacción La Hora

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