
Fitch Ratings, una de las tres calificadoras de riesgo más importantes del mundo, decidió elevar la calificación crediticia de Guatemala luego de una visita realizada al país, la primera en este año de alguna de las grandes calificadoras. Tras hacer un análisis de aspectos positivos del gobierno de Arévalo, especialmente en lo relacionado con la aprobación del Presupuesto para este año y “un continuo y sólido impulso en el crecimiento, estabilidad y prudencia en política económica, así como superávits en cuenta corriente, hechos que respaldan la acumulación de reservas externas”, se decidió elevar la perspectiva de la calificación crediticia.
Con mucha objetividad Fitch Ratings expone que el “gobierno actual ha avanzado en su agenda legislativa y mantiene su enfoque en la lucha contra la corrupción y otros problemas de gobernanza. Sin embargo, enfrenta un camino difícil para aprobar reformas que garanticen mejoras institucionales duraderas”, situación que sabemos perfectamente los guatemaltecos. Y es que si bien se lograron acuerdos en el tema del presupuesto, los mismos tuvieron la misma base de los alcanzados por gobiernos anteriores, es decir mediante negociaciones con diferentes bancadas cuyo centro general fueron los Consejos Departamentales de Desarrollo (Codedes).
El tema alrededor del cual se logró el acuerdo estaba más vinculado con la preocupación de la bancada del oficialismo, liderada por Samuel Pérez, por la cancelación del partido oficial que por entrar a fondo a temas puntuales, necesarios para reformas trascendentes, como puede ser el rescate del sistema de justicia que permita acabar con el régimen de impunidad. La calificadora de riesgo valora la postura del gobierno en cuanto al tema del combate a la corrupción, pero advierte que hacen falta reformas más profundas y plantea la duda de si el gobierno de Bernardo Arévalo podrá alcanzarlas.
Es bueno para el país que mejore la calificación de riesgo pero es fundamental que ello se mantenga, para lo cual debe darse un paso firme a reformas más profundas que la simple aprobación de un presupuesto que se alcanzó mediante la asignación millonaria a los Consejos de Desarrollo, tal y como se viene haciendo desde hace años. Y tras su visita a Guatemala observaron un camino difícil, no sólo por la duda de si el gobierno tendrá la capacidad de realizar los cambios indispensables, sino también por el efecto que puede tener la nueva política migratoria de Estados Unidos, dada la importancia de las remesas en nuestra economía.
Volvemos a decir, como hace un año, que el camino no es fácil para el gobierno de Arévalo, pero lo más preocupante y frustrante es que no se muestre un aire con remolino para emprender el camino de las reformas que se estancan por la incertidumbre que plantea el manoseo de la justicia en el país, tema crucial ante el cual no podemos seguir de brazos cruzados.