Centro de Infusión
Foto La Hora José Orozco / Roberto Altán

El caso del Centro de Diagnósticos Médicos de Guatemala, empresa contratada por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social dizque para dar tratamientos de quimioterapia a afiliados que resulten con cáncer, no deja de dar enormes sorpresas dada la forma en que se hizo la negociación y la forma en que ha “operado” la empresa para atender pacientes. Como comprobó La Hora, las instalaciones estuvieron cerradas y el Gerente de la empresa dijo que a fin de año habían dado vacaciones a todo el personal, lo que significa que todos los supuestos tratamientos se debieron suspender mientras duraban las vacaciones, con el agregado de que también se suspendieron durante los feriados de ese período del año.

En otras palabras, el cáncer de los pacientes también tenía que tomar vacaciones porque no iba a ser tratado durante ese largo período, si es que fuera cierto que ya están operando como sostienen personeros de la empresa. La información sobre los tratamientos de quimioterapia indica que la misma se debe aplicar en diferentes etapas que no pueden irse saltando simplemente porque la empresa dispone dar vacaciones a su personal.

El IGSS se convirtió en una especie de joya de la corona para la pareja Giammattei-Martínez que colocó al frente de la institución a personas de su confianza que no solo les siguieron cumpliendo el año pasado, sino también en lo que va de enero del 2025, cuando el IGSS ya adjudicó 53.35 millones de quetzales a sus proveedores. Y todos sabemos que la estructura del Jefe de Jefes sigue muy activa en el Seguro Social.

Tan es así que recién descubrimos que CDM logró su licencia para operar realizando quimioterapias al rayo, presentando la solicitud en una mañana para recibir la autorización por la tarde, gracias a la “diligencia” del Departamento de Regulación, Acreditación y Control de Establecimientos de Salud (DRACES). El 27 de diciembre de 2023 la empresa ingresó el expediente solicitando su registro como entidad especializada en el tratamiento con quimioterapias para los pacientes con cáncer y, en cuestión de minutos, la misma fue resuelta favorablemente. Más apalabrado, IMPOSIBLE. 

No hay que ser adivino para entender que atrás estaba la poderosa mano del Jefe de Jefes, que debe haber ordenado a los jefes del Ministerio de Salud para que se encargaran de atender a la llama la solicitud de la empresa que se formó, precisamente, para ganar el concurso de proveedor único que sus achichincles en el IGSS habían preparado para asegurar que solo CDM pudiera participar.

Por supuesto que esperar que el caso y las adjudicaciones de escándalo de los últimos meses sean investigados por alguna fiscalía es, literalmente, como pedir peras al olmo.

Redacción La Hora

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