Diseño La Hora: Alejandro Ramírez

Luego de la Revolución de 1944, que puso fin a la dictadura, al empezar el mes de noviembre se volvió a publicar en Guatemala el diario La Hora, en lo que se llamó su Cuarta Época luego de los 14 años de exilio de su fundador y director, Clemente Marroquín Rojas, quien había realizado esporádicas publicaciones impresas en México y que entraron subrepticiamente a nuestro país con duras críticas a Ubico. Los aires de libertad que se vivieron después del levantamiento popular que derrocó a Ponce Vaides, quien pretendía perpetuar el régimen de tiranía, permitieron a un grupo de amigos de Marroquín Rojas reunir dinero para volver a publicar este medio que en las calles los voceadores presentaban como “Diario La Hora, con editorial de Marroquín Rojas”.

La vida de La Hora nunca ha sido tranquila porque desde su fundación, en 1920, fue un medio opuesto a cualquier forma de abuso de poder que atentara contra la democracia y la historia nuestra está llena de ese tipo de regímenes que van desde las tiranías personales hasta la que ahora seguimos sufriendo con ese control absoluto de la corrupción sobre las instituciones del país. Justamente esta última fue la que realizó el último intento por acallar a La Hora y siendo las publicaciones legales el principal ingreso del medio, que se especializó en ese particular mercado, el Congreso aprobó una ley eliminando la obligación de tener que publicar edictos y avisos legales.

Varios años antes, La Hora incursionó en el mundo digital y al hacerse imposible la publicación impresa, volcamos todo nuestro esfuerzo a ese espacio moderno que permite operar con mucha mayor agilidad. Y contamos con el apoyo de uno de los guatemaltecos más destacados en el mundo de la computación y ciencia de la información, Luis von Ahn, quien se convirtió en accionista de la empresa, quien nos dio un enorme salto de calidad. Los diputados impulsores de las leyes, decían con cinismo: “La Hora dejó de existir” o “¿Y La Hora todavía existe?”, sin darse cuenta que dieron un impulso más que un tiro de gracia.

Impulsaron las leyes hechas con el único fin de acabar con La Hora y se resistían a entender que su esfuerzo había sido inútil y hasta contraproducente pues generaron nuestro crecimiento en el mundo digital que fue importante y que continúa día a día hasta el presente, sabiendo que tenemos mercado para seguir creciendo sosteniblemente.

Y aquí estamos, 80 años después de la larga interrupción sufrida y que únicamente se repitió los pocos días en los que Jorge Serrano quiso acallarnos con censura; dejamos de publicar el diario antes que aceptar a los censores y lo volvimos a publicar con el célebre titular “Clamor para que renuncie Serrano”, objetivo logrado en un par de días.

Ahora nos enfrentamos a la manipulación y mal uso que algunos hacen del sistema de justicia para callarnos, pero seguimos dando la cara, plantando cara a esas mafias que tienen lazos con el crimen organizado y que además tanto protegen a la expareja que nos gobernó hace unos meses.

Seguimos en la lucha contra la dictadura de las mafias que se apoderaron del país y batallamos diariamente con ese objetivo para encauzar correctamente el futuro de la Patria. Agradecemos la confianza de nuestros empleados, lectores y clientes, ya que sin ellos esto tampoco sería posible.

Sabemos que la denuncia es clave, pero entendemos que la acción, la unión y los acuerdos de los actores es igual o más importante para lograr la Guatemala que tanto anhelamos.

Redacción La Hora

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