No es casualidad el descalabro existente en la Terminal Aérea La Aurora puesto que es consecuencia de acciones como las que se han realizado en otras áreas de la administración pública y que han colapsado las carreteras y la institucionalidad misma del país. En efecto, durante los últimos ocho años, hasta enero de este año, las autoridades a cargo de Aeronáutica Civil se desentendieron por completo de sus obligaciones y de la importancia de mantener en óptimas condiciones al punto de entrada a Guatemala por la vía aérea. Lo importante era el negocio y las ganancias que se repartían los más altos funcionarios que mantuvieron en su puesto, pese a la notoria incapacidad a las mismas autoridades durante dos gobiernos consecutivos.
No permanecieron en el cargo porque fueran excelentes en el desempeño de las funciones sino porque fueron brillantes para realizar y operar los negocios que salpicaban a muchos. Era más importante asegurar que pudieran pasar sin control dinero e ilícitos, tanto por los narcos como por sus competidores, los políticos y sus socios. Ello significó que durante ocho años el deterioro fuera constante y persistente puesto que la naturaleza misma de una Terminal Aérea era lo de menos y no estaba en la mira de quienes tenían la responsabilidad de dirigirla.
El deterioro es tal que por muchos esfuerzos que hagan las autoridades actuales no se puede superar el daño en cuestión de días, de semanas o de meses porque realmente se abandonó todo. Se han hecho esfuerzos por recuperar la terminal y vemos cómo las mafias sacan sus garras para pelear con todo lo que les queda.
Los baños eran menos importantes, por supuesto, que los salones especiales donde eran atendidos quienes necesitaban viajar “discretamente” con Dios sabe qué en su equipaje.
Los esfuerzos por recuperar la terminal deben ser acuerpados por los guatemaltecos más comprometidos y debemos entender que previo a una Alianza Público Privada (APP) se necesita separar la parte normativa de la operativa.
Y es que la tónica que debemos cambiar pasa por recuperar el sentido de responsabilidad y la atención a las necesidades del guatemalteco, razón y esencia de la función pública aquí y en cualquier país del mundo. Las carreteras que son la columna vertebral de la comunicación en el país están en pedazos, y necesitamos nuevas, mejores y más transparentes formas de ejecutar los recursos.
Todo lo anterior explica por qué es tan importante para las mafias el control del sistema de justicia porque la cantidad de ladrones que estuvieron en posiciones de poder y amasaron inmensas fortunas es tremenda y así como muchos de los que fueron señalados terminaron por ser declarados inocentes, todos los que robaron ya cuando no había ni siquiera MP que investigara, no quieren correr riesgos en el futuro.
Para que la gente sienta aliento por el futuro, necesitamos medidas que recuperen los espacios.