Foto La Hora - Diseño La Hora / Alejandro Ramírez

Cada invierno el país sufre las duras consecuencias del total descuido que muestran las autoridades nacionales y municipales en el tema del mantenimiento de la infraestructura que se sigue derrumbando a causa de ese lamentable y persistente abandono; es cierto que las lluvias son tupidas, pero debemos entender que por el famoso cambio climático cada invierno será peor que los anteriores y si a ello sumamos la incapacidad absoluta que muestra Guatemala para el mantenimiento de la infraestructura, la cosa se complica mucho más.

Eso sin tomar en cuenta la obra mal hecha por causa de la corrupción que, tristemente, es casi la totalidad de la que se hace porque aquí todo gira alrededor del tamaño de la mordida y algunos constructores que se prestan a ilegalidades disminuyen costos haciendo obras de pura fachada para poder satisfacer las ambiciones de las autoridades que les contratan. En los dos casos es obvio que aquí importa un pepino lo que pase y se confirma la situación en cada invierno porque a las primeras lluvias empiezan los desastres. La obra de los Q25 millones es el mejor botón.

En el caso de la autopista Palín Escuintla se ha dicho que el problema fue causado por la falta de mantenimiento, porque las autoridades del Ministerio de Comunicaciones, al recibir la ruta al fin de la concesión, no solo aumentaron el volumen del tráfico, incluyendo el más pesado, sino que se desentendieron de la obligación de dar mantenimiento. Alejandro Giammattei quería quedar bien en época electoral y por ese descuido se produjo el hundimiento que ahora tiene al país en un serio problema pues colapsaron las dos vías más directas para comunicarse con Puerto Quetzal y el tráfico se atora en las vías alternas que, por cierto, no tardarán en tronar también.

No es únicamente culpa de los pícaros, sino también de una población que, por la razón que sea, termina votando por quienes ya demostraron su incapacidad y absoluto descuido para las cosas fundamentales; si revisamos las áreas con serios daños veremos que muchos de los Alcaldes fueron reelegidos a pesar de llevar ya varios inviernos viendo cómo se desmorona la obra pública.

Hay que entender que en el tema de las lluvias no podemos esperar que las condiciones mejoren en los sucesivos inviernos. Al ver la evolución de las condiciones climáticas a través de los años nos damos cuenta que la tendencia es a que cada año sea peor, por mucho, que el anterior pues es el precio que está pagando la humanidad por su indiferencia ante el deterioro ambiental.

Eso significa que lo que debe mejorar es la preocupación y responsabilidad de las autoridades para atender las necesidades de mantenimiento de TODA la obra de infraestructura vital para el país. Este año el invierno amenaza con ser un grave problema y debemos entender que en el 2025 y los años venideros la cosa será aún peor.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorBernardo Arévalo sobre obra inconclusa de los Q25 millones: «esto hay que concluirlo»
Artículo siguienteLuego de tres días de derrumbe, pobladores de Zunil se unen para liberar ruta CITO-180