Tras haber sido declarado culpable por un jurado, integrado por simples ciudadanos que evalúan y valoran las pruebas, Donald Trump despotricó contra el sistema de justicia de Estados Unidos afirmando que había sido manipulado por el gobierno de Biden para lograr una condena en su contra, montando toda una campaña sobre ese supuesto manoseo de los tribunales para usarlos políticamente. Poco duró, sin embargo, el argumento de Trump porque pocas semanas más tarde el hijo del Presidente de los Estados Unidos también fue encontrado culpable por otro jurado que conoció la acusación en su contra por la comisión de tres delitos graves.
Si esa última condena fue un duro golpe para el mismo Joe Biden, el tortazo fue mucho más duro para la argumentación de Trump en el sentido de que Biden tenía bajo control al sistema de justicia para perseguirlo a él porque si ello fuera cierto, sin duda que hubiera movido piezas para liberar a su hijo, quien quedó expuesto no sólo como mentiroso y farsante, sino que sus problemas con las drogas quedaron evidenciadas. Para la llamada “Primera Familia” de Estados Unidos ese veredicto del jurado fue terrible y devastador puesto que la misma esposa de Biden, quien no es madre natural de Hunter pero si lo formó y educó desde niño luego de haber perdido a su madre en su accidente de tránsito, asistió regularmente a las audiencias judiciales.
Si alguien no tiene mucha boca con qué hablar del tema de la justicia y del manoseo político que se hace es el mismo Trump quien se esmeró en colocar en la misma Corte Suprema de Justicia a abogados afines a sus caprichos; y decimos caprichos porque él en realidad no tiene ideología alguna, pues lo único que para él importa es lo que se le viene a la cabeza y no hay doctrinas que lo limiten, como tampoco lo hace algún principio o valor, no digamos la ética.
El control de la justicia es siempre uno de los objetivos de los dictadores que por esa vía logran someter a sus pueblos usando a los tribunales como instrumento para sancionar a cualquier enemigo; de allí aquella vieja frase atribuida a muchos tiranos que expresa: “para mis amigos todo y para mis enemigos la ley” que ha sido realmente repetida en multitud de países y sistemas. Acá mismo, en Guatemala, por la existencia de una férrea dictadura de la corrupción, con el control absoluto de todos los estamentos del Estado, se viene practicando desde hace hay buen tiempo.
Y justamente eso afirmó Trump que ocurría en Estados Unidos por culpa de un Biden manipulador de la justicia, tesis que se destruyó cuando el mismo hijo de Biden fue declarado culpable y podrá enfrentar un severo castigo.