Por algo se dice que los refranes son un compendio de la sabiduría popular y viendo la publicación en redes sociales de TVGT, informando en “exclusiva” que el Ministerio Público inició una investigación contra Miguel Martínez, sin especificar de qué caso se pueda tratar, surgen elementos que invitan a pensar mal. En primer término, la tal “exclusiva” fue dada a un medio que es de los favoritos de Consuelo Porras y Ángel Pineda, mientras el silencio posterior del MP ante las consultas realizadas por La Hora al respecto de dicha publicación se conjugan para realizar algunas conjeturas.
¿Por qué el Ministerio Público recurre a ese medio “amigo” para trasladar una información no solo privilegiada sino además extraordinaria? Y es que una investigación contra Martínez vendría a romper el esquema que ha prevalecido en la institución respecto a las figuras principales de los dos gobiernos anteriores (los que nombraron a Consuelo Porras). Anteriormente, en respuesta a una consulta de La Hora, el MP se dijo que si Estados Unidos tenía alguna prueba contra Martínez debía presentarla para que fuera objeto de una investigación.
¿Será que Estados Unidos o alguien más decidió presentar una denuncia concreta sobre alguno de los tantos hechos de corrupción que se atribuyen a la influencia de Martínez en el gobierno de Giammattei? Si así fuera, seguramente que el MP está dando un paso al frente, pero en la dirección de advertir solapadamente a la pareja del expresidente que puede venirse algo más gordo en su contra para que pueda poner los pies en polvorosa, como también reza el refranero popular.
Por armar esa polvareda no sería fácil, pues no hay muchos sitios en donde Martínez pueda ir a disfrutar de su fortuna. Europa, que se suponía sería el nido de amor final de la pareja, no le permite el ingreso a ninguno de los países de la Unión Europea y en América Latina posiblemente solo en Nicaragua sería bien recibido para disfrutar de extraordinaria protección.
El caso es que genera muchas dudas la forma en que un medio tan afín a Porras y Pineda, y evidentemente contrario al gobierno que es producto de un mandato popular contra la corrupción, sea el encargado de trasladar la muy trascendental noticia de que, al fin de las quinientas, se inicia algún proceso de investigación que pueda involucrar a quien fue el poder tras el trono en los cuatro años anteriores.
¿Será ello por una denuncia muy seria y concreta y se está mandando un mensaje o simplemente que la vieja ******, como la llamó en aquel famoso audio, dispuso ponerse las pilas y pasar factura por ese insulto?
El tiempo dirá si en este caso se acierta pensando mal.
