Ayer hablamos de la necesidad de hacer un alto en el camino para revisar los errores que han llevado a este impase en la gestión de gobierno y señalamos la importancia de nuevas maneras de comunicación social pues se necesita hablar de forma contundente sobre la crisis que estamos viviendo en torno al Estado de Derecho y el rol que juega el Ministerio Público (MP) alentando la corrupción. Por la noche el presidente Arévalo fue entrevistado por Fernando del Rincón y ello permitió ver que los argumentos no han sido del todo trabajados para justificar su iniciativa para reformar la ley del MP, al punto que el mismo periodista entrevistador terminó preguntándose si realmente la destitución de Consuelo Porras no era únicamente para colocar a alguien afín al gobierno.
Y es que hemos dicho que tiene que hacerse relación concreta de los muchos casos de corrupción que han sido encubiertos por las actuales autoridades a cargo de la investigación penal, pero Arévalo apenas si habló, como de pasada, de las vacunas Sputnik, cuando hay muchas decenas de casos que dejaron jugosas ganancias a los implicados. Y ni por asomo se habló, por ejemplo, de que Miguel Martínez no tiene inmunidad y era quien decidía todo lo que pasaba en el gobierno anterior y sobre él no pesa ninguna investigación.
Pudo el presidente recordar lo que dijo el fiscal Pantaleón en el sentido de que había orden en el Ministerio Público de no investigar ningún negocio cometido en los gobiernos de Jimmy Morales y Giammattei, además de señalar los casos que la ministra de Comunicaciones ha venido denunciando desde que tomó posesión del cargo. Qué decir de medicinas y el aeropuerto de Escuintla, solo por mencionar unos ejemplos. Y hacer una lista detallada de los caminos que se han destruido, de las escuelas que dejaron sin construir, de tanta compra amañada hubiera cambiado la percepción no solo de Fernando del Rincón sino de todos los televidentes.
Creemos necesario revisar la política de comunicación que tiene el actual gobierno porque la verdad es que la misma no funciona, si es que en realidad existe algo que se pueda llamar de esa manera. Habiendo tanto que destapar, para dejar en evidencia el contubernio de impunidad, es inaudito que el gobierno no se encargue de hacerlo, no solo para evidenciar la forma en que operaron los gobiernos anteriores, sino también para ir sentando precedentes en contra de viejas prácticas que han permitido a tantos amasar millones que meten en maletas rellenas, como las de Benito.
Explicar cómo es que funciona el sistema, a partir de la complicidad de fiscales, jueces y magistrados, es una imperiosa necesidad porque así como vimos dudar al presentador de CNN en español sobre la necesidad de remover a Consuelo Porras, el asunto se termina engüerando por falta de información contundente sobre lo que se ha dejado de investigar.