Hoy fue presentada la Comisión Presidencial contra la Corrupción que es presidida por el licenciado Santiago Palomo y en la que participarán personajes de la sociedad civil, entidad que tiene una enorme importancia dado el mandato que emitió la ciudadanía al elegir Presidente de la República a Bernardo Arévalo. En el mismo acto de presentación de los comisionados se presentaron ya casos concretos de hechos cometidos en el gobierno anterior, específicamente en el área del Micivi y serán presentadas las denuncias correspondientes ante el Ministerio Público y la Contraloría General de Cuentas.
El comisionado Palomo dijo claramente que lo más importante es la obligación constitucional que tienen esas dos importantes dependencias para actuar frente a las denuncias de hechos concretos y que la relación con ellos dependerá en mucho de cómo procedan a la investigación de las situaciones que fueron detalladas este día de manera pública. Por ello es que ahora resulta de vital importancia poner el ojo en lo que será la acción para profundizar en cada uno de esos casos e iniciar los procesos correspondientes para deducir responsabilidades y terminar con la impunidad que hasta hoy prevalece.
Obviamente tanto el Ministerio de Comunicaciones en su relación con los contratistas, así como Aeronáutica Civil operaban bajo “supervisión”, sobre todo tomando en consideración que en el gobierno de Giammattei tenía luz verde para operar con todo descaro quien públicamente se definió como Jefe de Jefes. En consecuencia, si la investigación es profunda y se realiza como la Constitución lo establece, deberá llegar hasta las últimas consecuencias. Claro está que el Jefe de Jefes y su estructura se vieron involucrados en tantos contratos que sumaban miles de millones de quetzales, que estos Q9.4 millones son poca cosa para ellos, pero para el ciudadano son millones importantes.
Ahora que surgen las primeras de las muchas denuncias que deben venir contra Martínez, vale la pena recordar aquel irrefutable audio que el cinismo y desfachatez natural presentó como obra de la Inteligencia Artificial, en el que la pareja del Presidente le daba órdenes, enérgicamente, sobre lo que debía ordenar a Curruchiche y la Fiscal Porras.
Las denuncias presentadas son, para todo lo que se robaron, una punta del Iceberg pero al fin y cabo es necesario que se inicie con el proceso de denuncia para llegar a la averiguación de la verdad. Si las cosas no caminan, la figura del Fiscal Especial cobrará más fuerza y la población así debe demandarlo.
Vivimos tiempos del más enorme desConsuelo que se pueda recordar en la historia del país porque la justicia está para perdonar a los operarios de la corrupción y para mantener presos a quienes resultan molestos al sistema. Pero los casos presentados esta mañana, tanto con relación a acciones del exministro Javier Maldonado como de Francis Argueta, empiezan a poner prueba a nuestros operadores de justicia y a los encargados de la fiscalización en el manejo de los fondos públicos.
Los ojos de la ciudadanía tienen que centrarse para ver si con la misma diligencia que han mostrado para ir contra las elecciones, los fiscales van a cumplir con su deber investigando a fondo concretas denuncias de corrupción que quizá alcanzan al mero Jefe de Jefes, su pareja y/o su círculo.