EDITORIAL
De izquierda a derecha: Miguel Martínez, exjefe del extinto Centro de Gobierno; Alejandro Giammattei, Presidente de Guatemala; Shirley Rivera, Presidenta del Congreso de la República de Guatemala; Manuel Conde Orellana, diputado y ex candidato presidencial por el partido político VAMOS; María Consuelo Porras Argueta, Jefa del Ministerio Público; y Ángel Pineda, secretario general del Ministerio Público. Diseño: Roberto Altán / La Hora.

La disposición de las autoridades de la Policía Nacional Civil de suspender durante 48 horas los permisos y descansos al personal por las “necesidades del servicio con el propósito de contar con la totalidad del talento humano para la ejecución de Diligencias Judiciales” coincide con el fin del período ordinario de sesiones del Congreso de la República, la urgencia por aprobar el presupuesto y tramitar el antejuicio de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral. Por ello consideramos que estamos llegando a las horas decisivas de la ofensiva en contra del resultado de las elecciones en las que fueron legítimamente electos, Bernardo Arévalo y Karin Herrera.

Pese a argumentos de Roberto Molina Barreto y de diputados afines a Zury Ríos, en el sentido de la tesis de un Golpe de Estado es una especulación de los medios de comunicación, la acumulación de diferentes hechos que se vienen concretando confirma no solo la decisión de dar un manotazo al proceso democrático sino que el momento final está llegando. En efecto, el trámite del antejuicio contra los magistrados del TSE, pese a que varios de ellos fueron amparados por la misma CC, marca la hoja de ruta a la que se suman las acciones para asegurar la aprobación de un presupuesto como el que fue elaborado por el oficialismo.

Las prebendas y privilegios para que los diputados que se han puesto los moños terminen aprobando el proyecto de presupuesto están a la orden del día y ha trascendido la existencia de una muy jugosa oferta final para asegurar los votos necesarios antes del fin del período ordinario de sesiones. El ya célebre reclamo que hizo Karen Fischer, para que se apresure el paso con el trámite del antejuicio de los magistrados del TSE, está a punto de materializarse porque la clave la han centrado en el cuestionamiento del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). Ello a pesar de que ese modelo únicamente transmitió resultados preliminares, siendo los de las actas de cada mesa (secuestradas por el MP) los definitivos.

Se están jugando el todo por el todo porque saben que al actuar en contra de la ley tendrán responsabilidades en el futuro y porque acabar con el régimen de impunidad es un proceso irreversible. Contra lo que pudo suponerse, en términos de que el mejor momento para el manotazo eran los días navideños, cuando la gente se desconecta de los asuntos públicos, el tiempo les está apremiando, como bien lo señaló Fischer en la audiencia ante la Comisión Pesquisidora, al punto de que se nota prisa por concretar el golpe a la democracia.

Parece que en las próximas 48 horas se procederá en forma definitiva y esa idea la apuntala la instrucción de concentrar a todo el personal de la PNC, eliminando permisos y descansos.

 

Redacción La Hora

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