Hoy el Ministerio Público (MP) emprendió otra arremetida en el desesperado esfuerzo de revertir la corriente de repudio ciudadano a sus procedimientos, mismos que encuadran en una forma muy peculiar de terrorismo mediante el uso de los procesos judiciales. Según detalla uno de los voceros no oficiales en redes, se “logró” que su juez ad hoc dictara órdenes de captura contra Juan Francisco Sandoval, Siomara Sosa y Claudia González, los dos primeros de la antigua FECI y la última exmandataria de CICIG y defensora de Sandoval.
Decimos que el caso explica mucho porque según Raúl Falla en su cuenta de X, “la brillante #FAI logró obtener la orden de aprehensión contra del prófugo Juan F. Sandoval Alfaro, la ex derrotada CICIG Claudia González Orellana y la ex FECI Eva Siomara Sosa Pérez. El caso: abuso de autoridad al investigar a la magistrada Blanca Stalling, gozando de prerrogativa de antejuicio. Llegó el turno de enfrentar a la justicia para el juez @carlos ruano”. Según Falla y el MP, no se podía investigar ninguna denuncia contra Stalling por gozar de antejuicio, de acuerdo a lo que dice su vocero en las redes.
Cabalmente, ese argumento es el que esgrime el Ministerio Público para no realizar absolutamente ninguna investigación contra Alejandro Giammattei por casos como el de la alfombra rusa o el de la compra de las vacunas a los rusos. En otras palabras, quien goza de antejuicio puede hacer micos y pericos porque, según Porras, aunque alguien aporte pruebas contundentes de la comisión de un delito, no se le puede ni debe investigar. Stalling fue acusada por el Juez Ruano porque lo presionó para que diera trato preferencial a un familiar suyo y él grabó la conversación.
De suerte que según el Ministerio Público, la inmunidad es una coraza de absoluta impunidad, porque si no se puede actuar tras recibir información sobre delito cometido por alguien que goza de antejuicio, es obvio que esa gente tiene todas las facilidades del mundo para hacer lo que se le venga en gana. La antigua FECI no inició ninguna investigación contra Stalling, sino que recibió información de un testigo sobre la comisión de un crimen y cuando estimó oportuno, solicitó el antejuicio que se tramitó y otorgó con lugar con todas las de ley.
Lo mismo que ocurrió con la famosa alfombra, puesto que no es que la FECI estuviera vigilando alguna casa, sino que un testigo proporcionó información detallada del dinero que llevaron envuelto en una alfombra. Pero el caso es que a nadie se le podría remover el antejuicio si se entierran todas las denuncias que se puedan formular.
Obviamente, el Ministerio Público, en un acto de desesperación ante la actitud de repudio de la ciudadanía local y de actores internacionales como Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), se enreda cada vez más en su propia pita.