Editorial
Estamos viendo cómo en el proceso electoral se ha demostrado que aquí las llamadas ideologías son simples acomodos que permiten a una candidata pasar de la socialdemocracia. Diseño: La Hora. Foto: UNE.

En medio de un generalizado desconocimiento de las ideologías realmente existentes, se ha generado la absurda polarización derivada de la práctica de asustar con el petate del muerto satanizando a tirios y troyanos bajo el argumento de un supuesto debate ideológico que es promovido por quienes no entienden ni saben absolutamente nada del tema. Estamos viendo cómo en el proceso electoral se ha demostrado que aquí las llamadas ideologías son simples acomodos que permiten a una candidata pasar de la socialdemocracia, con membresía en la Internacional Socialista, a la posición ultraconservadora que la hace proclamarse la “ejecutora del plan de Dios”.

Al hacer click aquí, le aparecerá al lector el mapa mundial de afiliados a la Internacional Socialista, donde aparecen los países que tienen partidos miembros de esa organización. Al señalar Guatemala, en ese mapa aparece que el miembro de esa agrupación es nada más y nada menos que como “Miembro Pleno” el partido UNE que postula a quien hoy se define como ultraconservadora, Sandra Torres.

Curiosamente, muchos de los más radicales de la derecha ahora son aliados de la candidata de un partido miembro de la Internacional Socialista, lo que nos confirma que aquí no hay diferencias ideológicas, sino que todo gira alrededor de un tema muy puntual que es, en el fondo, la causa profunda de la división y la polarización que tanto nos divide. En efecto, el tema central es la postura de cada quien respecto a la corrupción que se ha afianzado bajo el pretexto de que por ser de supuesta “derecha” son santos, aunque se roben todos los recursos que debieran servir para beneficio de la población.

Afortunadamente, se demostró el 25 de junio que ciertos “apoyos” terminan siendo letales para quien los recibe, como fue el caso de Zury Ríos, quien empezó a hundirse en la medida en que los más radicales netcenteros se pronunciaron como sus fieles seguidores. Hoy, esos mismos se pronuncian a favor de Sandra Torres como paladín de la lucha conservadora, pasando por alto que ella y su partido siguen siendo miembros de la Internacional Socialista.

Y es que cuando se pregunta a alguien muy radical cuáles son las diferencias entre la izquierda y la derecha resulta que generalmente no lo saben y terminan hablando puras tonterías que se han tragado de lo que leen en los discursos de odio de las redes sociales que pretenden, justamente, generar esas divisiones profundas sabiendo que al dividir a los honrados con ese argumento, terminan triunfando sus perversas intenciones que son las de robar a mano suelta con certeza de impunidad.

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