El Tribunal Supremo Electoral presentó una acción de Amparo ante la Corte de Constitucionalidad ante “la amenaza cierta, futura e inminente” de la violación del “Estado Democrático de Derecho”, luego de las acciones que ha emprendido el Ministerio Público y que los magistrados del TSE ven como el inicio de una operación para impedir al pueblo elegir libremente a sus autoridades. La brasa está ahora en manos de la CC que deberá conocer ese Amparo y de su resolución, sin duda, depende el futuro del país y de su maltratada democracia.
La resolución de la Corte de Constitucionalidad en el Amparo otorgado provisionalmente a Semilla fue tan poco consistente que dejó abierta la puerta para las acciones que la Fiscalía Especial Contra la Impunidad y el Ministerio Público vienen realizando para obstaculizar la participación de ese partido político en la segunda vuelta electoral, a realizarse dentro de menos de un mes. Violando la garantía de inmunidad que existe para quien ejerza las funciones de Registrador de Ciudadanos, se ha emitido la orden de captura de quien quedó a cargo de ese despacho luego que el titular salió del país tras haber recibido amenazas muy graves.
Es obvio que existe un plan para impedir la realización de la elección presidencial el 20 de agosto y que el mismo está caminando con toda precisión, de acuerdo a la logística que se han trazado quienes están dispuestos a jugarse el todo por el todo con tal de impedir un eventual triunfo de los críticos del sistema. Día a día se producen acciones que, como señalan los magistrados del Tribunal Supremo Electoral en su memorial de solicitud de Amparo, evidencian esa “amenaza cierta, futura e inminente” de un peculiar Golpe de Estado para romper burdamente el orden constitucional.
Estamos a pocas horas de conocer el futuro del país porque en manos de la Corte de Constitucionalidad está el decidir si otorga o no el Amparo reclamado en un acto de extrema urgencia por parte del Tribunal Supremo Electoral ante esa certeza de que se está tramando una operación para impedir que se pueda realizar el legítimo ejercicio ciudadano de elegir a sus autoridades.
Los ciudadanos tenemos que estar pendientes porque, como decimos, se vive un momento decisivo que marcará en buena medida el futuro de Guatemala y, en última instancia, dependerá del papel que asuma la ciudadanía. La comunidad internacional ha expresado su profunda preocupación por lo que está pasando, pues ven claramente que se vienen momentos muy difíciles no solo para el TSE sino para todos los guatemaltecos.