Esta semana se agitó el cotarro. Primero fue un audio que hizo público la cubana Bárbara Hernández en el que grabó una conversación que tuvo con Edwin Escobar, quien soltó toda la sopa sobre cómo el partido Prosperidad Ciudadana, que él había fundado, terminó controlado por Alejandro Giammattei y Miguel Martínez, luego de estar a punto de ser cancelado. En ese y otros partidos el oficialismo ha logrado meter candidatos a diputados para asegurarse el control del Congreso. Luego vino una respuesta al revelador audio, publicada por Miguel Martínez vía Nuevo Mundo Radio, en el que niega todo y dice que ellos están al 100 con Manuel Conde (quien en todas las encuestas sigue aplastado) y que Conde será el nuevo Presidente de Guatemala.
A muchos eso les encendió alarmas porque la única manera de concretar esa afirmación tan radical de Martínez es mediante un sonoro fraude, tema del que se viene hablando hace mucho por el comportamiento de sumisión de la autoridad electoral, tan bien descrito por Edwin Escobar. Se sabe que, tal y como lo publicó La Hora, el dinero para las municipalidades fue el gancho para asegurar que al menos 200 alcaldes se postularan con Vamos para buscar un millón de votos, pero ni con eso Conde pasó de zope a gavilán.
La aparente seguridad de Martínez en un triunfo de Conde puede ser aviso de un fraude, como algunos piensan, pero también puede ser otro esfuerzo para mantener tapado a su verdadero gallo. Se sabe que tanto Sandra Torres como Zury Ríos (especialmente Ríos) han recibido el beneplácito de las autoridades electorales por su cercanía con la cúpula gobernante que había puesto su esperanza en que la hija de Ríos Montt llegara al poder para asegurarse la protección que necesitan. Pero ella, como Conde, no logra captar votos como esperaban y de esa cuenta hay otros acercamientos que ya Edwin Escobar no conoce y no mencionó en el audio que le grabó Hernández.
En el ánimo de la población se palpa la certeza de que estamos frente a un proceso electoral viciado, producto del control absoluto que lograron tener sobre toda la institucionalidad del Estado Alejandro Giammattei y Miguel Martínez. La sensación de un fraude es latente, no solo por el manoseo del proceso de inscripción de candidatos sino también por la necesidad que hay de evitar sobresaltos como los de Juan Orlando Hernández en Honduras. Y el último video de Martínez no ayuda a borrar esa idea, sea porque inflen los votos de Conde o porque él sirva como cubierta para el verdadero gallo tapado.