En la imagen se observa a un motorista transitado por la vía peatonal
En la imagen se observa a un motorista transitado por la vía peatonal: Foto La Hora/Redes Sociales

Conforme se incrementa el tránsito de toda clase de vehículos y crecen los embotellamientos, más se hace visible la falta de respeto que hay hacia las normas existentes y lo comprueba la información proporcionada por el Departamento de Tránsito de la PNC al informar que la mayor cantidad de multas se impusieron a motoristas, muchos de ellos por conducir sin licencia. Si, por ejemplo, se multará a quienes no respetan los carriles y zigzaguean en la vía pública exponiendo su propia vida y la de otras personas, seguramente que las 38,000 multas impuestas en tres meses se tendrían que multiplicar varias veces, por lo menos.

La anarquía vial es un reflejo de la situación que vivimos en Guatemala donde, literalmente, prevalece la ley del más fuerte o del más abusivo. No hablamos de elementales normas de cortesía, sino apenas del respeto a lo que expresan las leyes y reglamentos que regulan el tránsito de los diversos vehículos. Las multas referidas son apenas las que impone la PNC, pero en muchas jurisdicciones son las Policías Municipales de Tránsito las que tienen la responsabilidad de aplicar sanciones.

Los ciudadanos se quejan de multas que les son notificadas (y cobradas) en retenes de las PMT cuyo principal distintivo es el uso de aparatos para cobrar vía tarjeta de crédito las multas que “aparecen” contra los automóviles. Y si ponemos atención veremos que en su enorme mayoría se detienen carros, mientras son demasiados los motoristas que pueden pasar frente a los retenes sin que nadie les ponga la menor atención.

Una simple observación del tráfico cotidiano debiera servir para entender que muchas de las infracciones que ameritan multas son cometidas por muchos motoristas que rebasan de manera peligrosa, sin respetar los carriles, a otro tipo de automóviles y por eso es que llama tanto la atención que en los retenes, donde cada agente está armado con una máquina POS, nunca detengan a los motoristas, lo que deja la sensación que es más importante la multa perse que ordenar el tránsito y mejorar la seguridad para motoristas, automovilistas y peatones que se ven expuestos de manera cotidiana por la anarquía existente.

Sabemos que son demasiados motoristas y eso complica la labor, pero es necesario que se tomen cartas en al asunto.

El video que se hizo viral de un hombre que agrede a una mujer y le rompe los retrovisores del carro es apenas uno de tantos ejemplos que se pueden ver en el día a día de nuestro tránsito congestionado y anárquico. Mientras más atascos hay, mayor debe ser el control y es precisamente cuando uno ve que se necesita más que agentes.

 

 

 

Redacción La Hora

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