Las expertas dijeron que se puede estimar un nuevo incremento de casos. Foto: La Hora/ AGN

El pasado martes, viendo el comportamiento mundial de los contagios causados por las distintas variantes del Covid, decíamos que nuestras autoridades tienen que estar preparadas para un posible incremento en Guatemala y, a finales de semana, se vio la publicación de una nueva actualización del famoso “semáforo” en el que volvieron a aparecer municipios en rojo y aumentarnos los de color naranja. Autoridades de salud, especialmente del área de epidemiología, dieron declaraciones advirtiendo que el riesgo es mayor dado el comportamiento normal de esta época del año, en la que abundan los convivios y reuniones para celebrar las fiestas.

Las expertas dijeron que se puede estimar un nuevo incremento de casos, producto tanto de las nuevas variantes como de ese comportamiento social más relajado y aconsejaron volver al uso de mascarillas para prevenir más contagios. No dijeron nada, extrañamente, sobre los nuevos tratamientos antivirales que hay ya en el mercado mundial y que tienen gran impacto en cuanto al control de la enfermedad porque disminuyen el riesgo de hospitalización o de complicaciones mayores.

Y es que en el editorial anterior hicimos el comentario a sabiendas de que nuestras autoridades no tienen agilidad alguna para comprar lo que es realmente importante. Como pasó con las vacunas, ahora estamos frente al riesgo de una nueva escalada, cuando ya hasta los hospitales específicos se han desmantelado, y pese a la existencia de medicamentos elaborados para ese tratamiento tan decisivo, aquí seguimos sin que en el sector público puedan ser proveídos los pacientes.

Los epidemiólogos que tienen influencia en el despacho ministerial debieran recomendar a las autoridades, que evidentemente no le ponen mucha atención a esos temas, la adquisición de los más modernos tratamientos antivirales diseñados específicamente para las nuevas variantes derivadas del Ómicron y así prevenir casos graves. Basta adentrarse un poco en la lectura de publicaciones especializadas para saber cuáles son y aquí, donde son tan dados a eso, utilizar una compra de emergencia que en este caso sería totalmente justificada.

La recomendación que hacen de redoblar cuidados y volver al uso de la mascarilla ante esta posible escalada de casos parece lógica, pero recordemos que en el interior del país, sobre todo, el déficit en vacunación es de los más altos del mundo y eso expone seriamente a muchas personas que no tuvieron la suerte de recibir las dosis adecuadas oportunamente.

Prevenir y avisar es importante, pero la labor del Ministerio de Salud no se puede limitar a ello si ya hay disponibles tratamientos que han probado su alta eficacia a nivel mundial.

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