El concepto de satisfacción es muy amplio y depende de cada quien; no obstante, existen personas que encuentran este sentimiento en ayudar a los demás, animales o compartir su tiempo con alguna causa benéfica. Dos personas relataron sus experiencias dentro de un voluntariado, coincidiendo en que el dinero no siempre es la recompensa más valiosa.

SEBASTIÁN MÉNDEZ: VOLUNTARIADO EN UNA CASA HOGAR

Sebastián Méndez Mena es un joven de casi 22 años que durante su adolescencia y adultez temprana fue parte de un voluntariado en la Casa Hogar San Jerónimo Emiliani en la zona 1 capitalina. Este centro alberga a niños y niñas que por distintas razones no pueden ser cuidados por sus familias.

Entre 2016 y 2019 el joven, junto con otros compañeros, llegaba al centro para compartir juguetes, comida y tiempo con los pequeños. Entre sus experiencias recuerda llegar con otros jóvenes durante la época de fin de año y obsequiar juguetes y pizza a los infantes de la casa, incluso uno de los voluntarios se vestía de Santa Claus.

“Había un amigo que se vestía de Santa Claus y teníamos otra amiga que tenía una venta de juguetes, entonces los juguetes que no los compraban, los donaba. Pasábamos el día con ellos, les llevábamos comida, pizza, dulces, juguetes y les contábamos historias para que pasaran el día”, comentó.

EL TIEMPO POR UNA SONRISA

Sebastián describió que varios de los niños presentaban historias distintas detrás de su estadía, además indicó que era muy frecuente que estos fueran adoptados por una nueva familia. El joven dejó de acudir a la casa debido a la pandemia, pero recuerda gratamente la experiencia.

“Siempre suena a cliché, pero miras a los niños y tienen tan poquito y obviamente pasan sus dificultades y todo, pero verlos sonreír y pasar tiempo con ellos se siente bien bonito porque sentís que estás haciendo algo bueno y saber que les estás dando un día de alegría es bien bonito”, detalló.

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KAREN ZÚÑIGA: EL VOLUNTARIADO COMO UNA ENSEÑANZA ALTERNATIVA

Desde los 6 años Karen Zúñiga, ahora casi socióloga profesional, ha participado como voluntaria en distintas actividades. La joven considera que el voluntariado no siempre debe ser a través de una inscripción en un colectivo, puede iniciar con un donativo de juguetes o libros.

“El voluntariado es algo que siempre me ha inculcado mi familia. Creo que ser voluntariado va desde que tus papás te dicen ‘ya tenés muchos juguetes, podés donarlos’ y cuando te comenzás a dar cuenta que desde lo poquito que tú hacés podés aportar”, dijo.

Sin embargo, Karen se unió por primera vez a un grupo de voluntariado aproximadamente a los 6 años como niña scout. Desde entonces la estudiante universitaria ha pasado por distintos tipos de voluntariado, algunos con personas con discapacidad, preservación del ambiente y demás auxiliaturas.

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Con su vasta experiencia, la joven encontró dos enseñanzas principales: la humanidad y la empatía.

“Estar en un voluntariado te da humanidad. Te das cuenta de las carencias en que viven algunas personas distintas que tú. Estamos acostumbrados a dar por hecho que caminamos, que vemos, que tenemos nuestro cuerpo completo, pero cuando algo sucede y te toca volver a aprender eso es algo que nunca pensamos que haremos, pero muchas personas tienen que volverlo a hacer”, destacó.

Otra enseñanza importante para Karen fue la empatía, pues desde su perspectiva muchas veces nos crían y educan para llevar procesos individuales, como la enseñanza educativa, lo cual puede llegar a desconectarnos de la interacción con otras personas.

“Mucho de lo que nos enseñan es que las lecciones de vida son individuales. Que tienes que trabajar, estudiar y eso creo que te desconecta del resto, pero hacer voluntariado te enseña a ponerte en los zapatos de otro y no vivir solo en los tuyos”, aseguró.

¡ÚNETE A UN VOLUNTARIADO EN 2022!

Cualquier persona que desee iniciar con una obra de voluntariado puede inscribirse a alguna causa o grupo con el Centro de Voluntariado Guatemalteco. Esta organización ofrece distintos tipos de voluntariados, incluyendo la Cruz Roja, Teletón, Fábrica de Sonrisas, entre otros.

La Felicidar Crece en la tierra del sí se puede.                                           
La Felicidar es dar.                                   
La Felicidar se encuentra en IRTRA

 

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Jeanelly Vásquez
Periodista profesional de la USAC, actualmente cursando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Becaria en International Women’s Media Foundation (IWMF). Elabora piezas de investigación y profundidad, enfocadas en el gasto público, derechos humanos y la política guatemalteca. Tiene experiencia en producción de podcast y contenido en redes sociales; ha cubierto la fuente volante y el Organismo Ejecutivo. Twitter: @jeanellydvg
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