Por Rolando Palomo
Este oscuro personaje de la política criolla, ha sabido capitalizar a su favor el aforismo jurídico que se expresa diciendo: en la telaraña de las formas, queda atrapada la esencia.
En efecto, el procedimiento, o derecho adjetivo en lenguaje legal, presta a los litigantes hilos de araña que permiten urdir una tela que atrapa a las mariposas, pero permite escapar a los vampiros.
Es el ejemplo del “procedimiento abreviado”, que le permitirá a quien puso la Intendencia de Verificación Especial (IVE), al servicio del crimen organizado y, obtener una más que benigna sentencia de DOS AÑOS de cárcel, conmutables, por lo que luego de pagar diez o veinte mil quetzales, lo veremos tan campante luciendo sus trajes de cinco mil dólares, como lo hizo su protegido Chico Dólar, que los vestía cuando lo iba a visitar al templo de la Economía Nacional: el Banco de Guatemala, a cuya puerta salía a recibirle como al Rockefeller tropical que este es.
Ese gesto que el corrupto y frustrado político nos quiere hacer ver como un gesto cortés, hacia un cliente de un banco que no tiene clientes, solo se lo pudieron creer los fiscales del Ministerio Público que sospechosamente no vieron los claros nexos entre un alto funcionario y el crimen organizado. Chico Dólar aceptó su papel en el lavado de dinero proveniente de la corrupción y el narcotráfico, negocios ambos, posiblemente que les permitió establecer su estrecha relación, manifestada más que claramente en las escuchas telefónicas que el mismo Ministerio Público difundió durante la campaña electoral y que hoy le asfalta el camino hacia la impunidad
Por su parte, la mariposa atrapada en esta complaciente tela de araña, es la señora Bolaños Morales, secretaria del exdiputado Pedro Muadi, a quien se le imponen diecisiete años de cárcel por participar en la comisión de un delito, cuyos alcances no calificaré, pero que no cometió en su calidad ni de Superintendente de Bancos ni de Presidente del Banco de Guatemala, institución que por cierto viene coleccionando altos funcionarios en la cárcel.
Algo está podrido, no solo en Dinamarca, sino también en el Sistema de Justicia.







