Milán
DPA

¿Un duelo al contraataque? La incógnita para la final de la Liga de Campeones está servida y Milán será el escenario de una batalla táctica con dos equipos, Real Madrid y Atlético, que se mueven cómodos como pocos en las transiciones rápidas.

El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, ofreció una posible clave del partido del sábado: «Me imagino un rival muy parecido al día del City, esperando. Con Casemiro han ganado mucho poder defensivo, y jugando al contragolpe».

Y añadió: «En cuanto al nuestro, no salir de la línea, presionar lo más alto posible que nos deje el rival y con la intensidad que nos deje nuestra preparación».

El defensa blanco Sergio Ramos pareció darle la razón cuando declaró: «La clave está en mostrar fortaleza colectiva y defender bien. Delante tenemos la suerte de tener grandes jugadores con mucha calidad y que pueden hacer que pasen cosas y marcar en cualquier momento».

El propio Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, también sugirió que su equipo no debe obsesionarse con llevar el timón del duelo.

«No es sólo suficiente con tener la posesión del balón. Hay otras cosas. Va a pasar de todo. Jugamos ante un equipo que no sólo defiende bien, pero el Atlético es un equipo completo, que puede jugar, y vamos a prepararlo», afirmó el francés.

La realidad es que tanto blancos como rojiblancos no se caracterizan por exhibir un fútbol abiertamente ofensivo. Al menos, en la Liga de Campeones o ante rivales de entidad. De hecho, buena parte de sus éxitos se debieron a la solidez mostrada por su defensa durante toda la temporada.

Todos conocen qué supone jugar contra un equipo de Simeone. Es algo parecido a la visita al dentista. Todos sus rivales se preparan para sufrir ante unos jugadores solidarios como pocos. Los 18 goles recibidos en 38 partidos de la Liga española explican claramente qué tipo de equipo es.

A la final de la Liga de Campeones llegó con un extraordinario despliegue defensivo y un manejo sublime del contraataque. Así llegó un gol importante de Fernando Torres ante el Barcelona y otro definitivo del francés Antoine Griezmann ante el Bayern Múnich.

Por su parte, Zidane fraguó la «resurrección» del Real Madrid en un exhaustivo plan físico y un agrupamiento de todos los futbolistas para detener la hemorragia de ocasiones en contra que sufría con el técnico español Rafael Benítez.

Si el Real Madrid conquista el sábado el trono continental dejando su arco a cero, se habrá convertido en el ganador con menos tantos recibidos de toda la historia de la Liga de Campeones con apenas cinco.

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