Washington
DPA
La precandidata demócrata Hillary Clinton advirtió ayer contra «la fuerza de deportación» que ha prometido crear el multimillonario Donald Trump si es elegido presidente en noviembre para expulsar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
«Cuando Donald Trump habla de deportar a 11 millones de inmigrantes está hablando de separar familias… habla de enviar fuerzas de deportación a escuelas, lugares de trabajo y hogares para rodear a madres, padres, abuelos e incluso niños», advirtió Clinton en un discurso ante miembros del sindicato de trabajadores de servicios SEIU en Detroit (Michigan).
La ex primera dama recordó que muchas familias de inmigrantes tienen un estatus migratorio mixto: algunos de sus miembros son indocumentados, otros tienen visado y otros son ciudadanos estadounidenses o residentes legales.
«Cuando (Trump) habla de acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, está hablando de expulsar a niños nacidos aquí del único país que conocen», añadió Clinton.
Trump quiere acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, reconocido en la enmienda 14 de la Constitución, por lo que aboga por quitar la nacionalidad a aquellos niños nacidos en Estados Unidos que sean hijos de inmigrantes indocumentados.
«Cuando (Trump) llama a los inmigrantes violadores y asesinos, está hablando de vuestras familias», le advirtió Clinton a muchos de los miembros del sindicato SEIU.
Trump lanzó su candidatura en junio de 2015 a las primarias republicanas con un polémico discurso marcado por comentarios xenófobos contra los inmigrantes mexicanos indocumentados, a los que calificó de narcotraficantes, delincuentes y violadores.
«¿Qué tipo de país seríamos si permitimos que Donald Trump separe familias?», se preguntó Clinton.
La ex secretaria de Estado prometió que si ella gana las elecciones presidenciales en noviembre irá más allá de los decretos migratorios del presidente Barack Obama, bloqueados en los tribunales por los republicanos. Y prometió que en sus 100 primeros días en la Casa Blanca luchará por una una reforma migratoria, la gran promesa incumplida de Obama a la comunidad hispana.
