BUENOS AIRES
AP
Por primera vez, la exinvestigadora judicial de la misteriosa muerte del fiscal argentino Alberto Nisman consideró que podría haberse tratado de un suicidio instigado.
«Yo considero que Nisman se vio obligado, quizás es muy probable que lo instigaron o indujeron al suicidio, es una posibilidad; no puedo afirmarlo con certeza «, dijo la exfiscal Viviana Fein hoy en una entrevista con radio La Red.
Al defender esa hipótesis, Fein mencionó un «entrecruzamiento de llamados» entre «seis y siete personas» el 18 de enero de 2015, día en que fue hallado muerto Nisman, entre ellas el exjefe de contrainteligencia de los servicios secretos Antonio Stiuso y el entonces jefe del ejército César Milani.
Nisman fue hallado con un tiro en la cabeza en el cuarto de baño de su apartamento de Buenos Aires cuatro días después de denunciar a la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015) y a miembros y allegados al gobierno por el supuesto encubrimiento de exfuncionarios y exdiplomáticos iraníes imputados por el atentado contra un centro judío de Buenos Aires en 1994. Un día después de ser encontrado muerto Nisman debía presentarse en el Congreso para fundamentar la denuncia.
Fein, que se desempeñó como fiscal de instrucción y sostenía la teoría de que su colega se había suicidado, quedó relegada de la investigación en diciembre de 2015 por la jueza que estaba a cargo del caso. La causa pasó posteriormente al fuero federal por decisión de un tribunal superior, que consideró que había evidencias que respaldaban la hipótesis de un asesinato vinculado con el trabajo de Nisman.
La exfuncionaria judicial, que recibió críticas por su pesquisa, hizo estas declaraciones el mismo día en que se formalizó su renuncia en el Boletín Oficial.
«Me resulta sugestivo y llamativo que personalidades de ese calibre estuviesen el mismo día de la muerte hablando de forma ininterrumpida desde la primera hora de la mañana en que habría sucedido hasta tomar estado público», señaló Fein.
Cuando fue interrogada sobre la posibilidad de que esas personas podrían haber incitado a Nisman a quitarse la vida, respondió: «Podría existir, haber algo».
La exfuncionaria judicial también involucró en el cruce de llamadas a Juan Martín Mena, Fernando Pocino y Alberto Massino. El primero era entonces número dos de la Secretaría de Inteligencia, el segundo dirigía una de las principales áreas de los servicios secretos y el último había sido relegado poco antes de la dirección de una de ellas.