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AHMEDABAD,
Agencia AP

Xi fue recibido sobre la pista por una legión de fotógrafos y autoridades estatales que portaban paraguas con flecos para protegerlo del sol en Ahmedabad, la principal ciudad financiera de Gujarat.

Se espera que el primer ministro indio, Narendra Modi, corteje a los negocios chinos y busque inversiones para actualizar la destartalada infraestructura del país, amparándose en la trayectoria de su vecino en la construcción de autopistas, vías ferroviarias y zonas industriales.

India también está dispuesta a abordar el desequilibrio en su balanza comercial anual, que ahora asciende a unos 65.000 millones de dólares pero que se inclina hacia el equipamiento eléctrico chino y piezas.

La elección de Gujarat como primera parada de Xi en India, en lugar de la capital Nueva Delhi, supone una ruptura del protocolo habitual que algunos ven como una señal de acercamiento en las relaciones entre China e India, testadas por una disputa fronteriza de décadas y por el temor al creciente poder militar y económico de China.

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