Barcelona
DPA
Dos Ligas consecutivas; seis de las últimas ocho; 14 en los últimos 25 años. El Barcelona apuntaló el sábado un ciclo glorioso con un equipo que, con el español Luis Enrique al mando, continuó pivotando en torno al genial Lionel Messi, pero repartió más que nunca protagonismo.
Ahora, los azulgranas buscarán su séptimo «doblete» de su historia junto a la Copa del Rey, cuando se enfrenten en la final al Sevilla.
SUÁREZ, UN GOLEADOR INCANSABLE
En su segunda temporada en el equipo azulgrana -la primera completa-, el delantero uruguayo fue, con Andrés Iniesta, el futbolista más regular del grupo. Además de concluir el campeonato español con 40 goles, más que nadie en las ligas europeas, Suárez mantuvo, junto al brasileño Neymar, el poder ofensivo del equipo en ausencia del lesionado Messi.
Luego, como delantero centro posicional y no partiendo desde la banda derecha, sus tantos -14 de los 24 anotados por el Barcelona en las cinco últimas fechas- fueron decisivos para que los azulgranas salieran del bache de marzo-abril y acabaran conquistando la Liga.
Luis Enrique no se cansó de ponerlo como ejemplo de talento, carácter y de una entrega que también ilustran sus 15 asistencias de gol. «Cuando ellos se ponen a tocar, a mí lo único que me queda es empujarla», dijo, con humildad y emocionado, Suárez.
MESSI JUEGA A SER XAVI Y MUCHO MÁS
Ausente por lesión durante casi dos meses en el inicio de campaña, Lionel Messi se reincorporó al equipo decidido a asumir también algunas de las funciones del insustituible Xavi. Más adelantado que el mediocampista español y fuera ya del lugar del ‘falso 9’, el astro argentino se dedicó más a pasar y a generar juego que a rematar. Fue, como algunos lo definieron, un todocampista. Anotó 26 tantos en la Liga y dio 15 asistencias de gol, la mayoría a Suárez y a Neymar.
Si bien en el bache del Barcelona tampoco estuvo a su nivel habitual, a lo largo de la temporada el equipo no echó en falta sus goles y sí agradeció su clarividente gestión, decisiva para sacar algunos choques adelante. Ivan Rakitic, Andrés Iniesta, Sergi Roberto y hasta Sergio Busquets se repartieron y alternaron con éxito diverso algunas de las otras funciones que hacía Xavi.
«Lo conseguimos gracias al gran esfuerzo de todos», afirmó un feliz Messi tras conquistar su octava Liga con el Barcelona, las mismas que cuentan precisamente Xavi e Iniesta.
NEYMAR, LA PATA MÁS IRREGULAR DEL «TRIDENTE»
Excelso en el inicio de temporada, cuando se alió con Suárez para suplir la ausencia de Messi, Neymar fue perdiendo acierto a medida que avanzaba el curso hasta concluirlo con evidente desatino.
Inmerso en varios asuntos judiciales por presunto fraude fiscal y con una vida personal un tanto controvertida, el joven astro brasileño demostró una tremenda personalidad para no dejarse afectar por esos asuntos y para seguir probando en la cancha todo aquello que durante un tiempo no le salió. Concluyó la Liga con 24 goles y 13 pases de gol, cifras nada desdeñables.
De hecho, y a falta de lo que suceda en la final de Copa frente al Sevilla, el tridente, también conocido como la MSN, batió su récord anotador con 130 goles (Suárez, 59, Messi, 41, Neymar, 30) en todas las competiciones, frente a los 122 logrados la temporada pasada.
PIQUÉ ASUME LA PORTAVOCIA
Pese a no contarse entre los cuatro capitanes del Barcelona, Gerard Piqué fue, junto al argentino Javier Mascherano, el azulgrana que más y mejor transmitió el sentir de la plantilla a lo largo de la campaña. El central catalán dio la cara en los buenos y en los malos momentos, generó controversia y tendencia con su Periscope y resumió mejor que nadie la temporada.
«Esta Liga la hemos tenido que ganar dos veces, porque cuando parecía que ya estaba ganada, tuvimos un bache y pareció que la perdíamos. Hace 20 años este club no lo hubiera conseguido, nos hubiéramos hundido en el pesimismo, pero eso lo hemos cambiado», sintetizó Piqué.
