Por MICHAEL J. MISHAK,
MIAMI
Agencia AP

Hace dos años, la activista de inmigración Gaby Pacheco recibió una llamada telefónica de Marco Rubio. El senador republicano por Florida quería consejos para desarrollar un plan para ayudar a «dreamers», como ella: inmigrantes traídos a Estados Unidos de niños.

Ahora, Pacheco está atónita de que Rubio haya adoptado una postura más dura contra la inmigración. El aspirante a la candidatura presidencial republicana en 2016 ha abandonado la radical propuesta de reforma de inmigración que había ayudado a redactar y ahora pide el fin del programa del presidente Barack Obama que deja que Pacheco se quede en Estados Unidos.

«Es otro Marco Rubio a quien no conozco», dijo. Pacheco.

Luego que el senador viese caer su posición entre los conservadores que rechazaron su defensa de inmigrantes, Rubio se ha concentrado ahora en la seguridad fronteriza, más en línea con activistas republicanos que ejercen gran influencia en la selección del nominado del partido a la Casa Blanca.

El mes pasado, Rubio llamó a Obama a no tomar medidas que protegiesen a millones de personas que ingresaron ilegalmente al país. El Congreso, dijo Rubio, debería primero «conseguir progresos reales en frenar el flujo de inmigración ilegal».

Los asistentes de Rubio dicen que el senador siempre ha resaltado la seguridad fronteriza y que él insistió en medidas de vigilancia más severas como condición para su apoyo en el Senado el año pasado, pero activistas de inmigración dicen que al enfatizar solamente la seguridad fronteriza, Rubio efectivamente ha cambiado de bando en un debate agitado.

El cambio se produce cuando rivales potenciales en 2016 —como los senadores Ted Cruz y Rand Paul, que votaron contra la reforma que Rubio ayudó a preparar— mantienen posturas intransigentes en inmigración.

Rubio ha comenzado visitando Carolina del Sur y Iowa, dos estados de votación temprana en las primarias y donde la inmigración es un tema crucial para los aspirantes republicanos.

Rubio fue el único candidato potencial del partido que participó en la elaboración de la propuesta de reforma de inmigración, que buscaba fortalecer la seguridad fronteriza, pero al mismo tiempo ofreciendo una vía a la naturalización para muchos de los 11,5 millones de inmigrantes que residen ilegalmente en Estados Unidos.

Ahora, en un indicio de cuánto ha cambiado el clima político, el comité del partido que trabaja para elegir republicanos al Senado está usando esa propuesta de ley, que tiene el apoyo de más de una decena de republicanos, en anuncios en los que ataca a los demócratas como pro «amnistía».

La propuesta sigue siendo un asunto contencioso entre la base republicana y la popularidad de Rubio se ha desplomado, según las encuestas.

Sin embargo, Rubio se ganó el aplauso de los conservadores en Carolina del Sur el mes pasado, cuando fustigó a activistas de inmigración por interrumpir su discurso en un acto republicano de recaudación de fondos. «Ustedes están dañando su propia causa», dijo a los activistas, que se identificaron como inmigrantes que llegaron al país ilegalmente de niños. «Ustedes no tienen derecho a inmigrar ilegalmente a Estados Unidos».

En una serie de presentaciones en Fox News y en la radio conservadora, Rubio ha adoptado llamados republicanos a fortalecer la seguridad y desplegar la Guardia Nacional en la zona fronteriza con México en respuesta al arribo de decenas de miles de centroamericanos.

En una gira reciente por el centro de Florida —una zona electoral importante y con una población hispana creciente— Rubio dijo a reporteros en inglés y en español que su énfasis en la seguridad fronteriza es un reconocimiento de que los conservadores en la Cámara de Representantes no apoyan una reforma amplia de la inmigración.

«Los votos no existen. Vamos a tener que lidiar primero con la seguridad fronteriza. De lo contrario, vamos a seguir golpeándonos la cabeza contra un muro durante otra década, sin cambios ni progresos».

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