Lic. Douglas Abadía Cárdenas
douglas.abadia@gmail.com

El recién estrenado gobierno de Guatemala ha sido víctima de presiones sociales, económicas y políticas heredadas de deficientes administraciones anteriores, toda la acumulación de nuestros males como sociedad han ido a desembocar en la nueva administración del presidente Morales.

Algunos sectores de nuestra sociedad exigen cambios inmediatos, es decir, creen en su aparente ignorancia que con un chasquido de dedos por arte de magia nuestra realidad cambiará de manera integral; hablan de procesos en sus discursos pero a la hora de exigir les da amnesia y buscan un salto cualitativo que nos saque de nuestra realidad.

De las presiones mencionadas arriba, me centraré en las sociales; he observado sectores exigiendo cambios gubernamentales, muchos de los líderes no saben que en el caso de los Ministerios de Estado se depende del presupuesto asignado para cada año.

Nuestra Constitución Política en su artículo 171, inciso b) reza lo siguiente: Aprobar, modificar o improbar, a más tardar treinta días antes de entrar en vigencia, el Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado. El Ejecutivo deberá enviar el proyecto de presupuesto al Congreso con ciento veinte días de anticipación a la fecha en que principiará el ejercicio fiscal. Si al momento de iniciarse el año fiscal, el presupuesto no hubiere sido aprobado por el Congreso, regirá de nuevo el presupuesto en vigencia en el ejercicio anterior, el cual podrá ser modificado o ajustado por el Congreso.

Esto quiere decir, que los Ministerios de Estado dependen de las marañas, disputas y consensos que puedan alcanzar los mal llamados “padres de la patria”, pues no hay que confundir chicha con limonada.

Los sectores sociales deben hacer presión en el Congreso de la República, pues allí es donde se discute y aprueba el presupuesto de ingresos y egresos del Estado; además, cabe mencionar que dada la situación actual en la que el Estado fue saqueado a todas luces en la administración patriota la recaudación fiscal no ha sido la adecuada.

Esto explica el por qué los Ministerios de Estado han venido trabajando del 14 de enero a la fecha con cuota financiera, es decir, el Ministerio de Finanzas Públicas transfiere cierta cantidad de dinero del presupuesto que corresponde a cada Ministerio de manera mensual; esto explica el por qué se ve mermado el actuar y proceder de cada Ministerio de Estado. En otros tiempos dorados el presupuesto se asignaba completo, no por cuotas como es ahora.

Los Ministerios de Estado tienen numerosos proyectos, programas, etc. que buscan alcanzar el bien común, pero la población debe ENTENDER que la ley faculta al Congreso de la República a aprobar o improbar el Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado.

Los Ministros pueden tener excelentes planes, gozar de excesiva voluntad política para echar a andar sus carteras, pero se encuentran limitados para actuar debido al presupuesto aprobado por nuestros brillantes legisladores, sumado a que se otorga a través de cuotas mensuales.

Pregunta: ¿quiénes son los responsables de aprobar y distribuir el Presupuesto de la Nación entre los tres organismos del Estado y sus dependencias? Correcto, los famosos diputados.

¿Dónde deben presionar los sectores sociales para concretar sus demandas? Correcto de nuevo, en el Congreso de la República.

Finalmente, los que tuvimos acceso a la educación superior debemos guiar e ilustrar a nuestra población para que toque las puertas correspondientes y no anden como almas en pena buscando culpables si a todas luces sabemos quiénes son.

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