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Hay tres culturas navegando simultáneamente en tierras guatemaltecas: la agrícola, la industrial y la informática. Mi pregunta es: cómo gobernar una nación con esas tres culturas de intereses y necesidades tan diferentes incluso chocantes y contradictorias. 

Parto en mi respuesta de un hecho. Gobernar un país donde coexisten estas culturas –lo que algunos sociólogos llaman «heterogeneidad estructural»– es un desafío complejo para la administración pública en cualquier parte del mundo. En Guatemala, no solo chocan intereses económicos, sino visiones del mundo (cosmovisiones), estilos de vida y conceptos de «progreso». Ante esto es importante considerar que un gobierno adecuado necesita de un Estado «Traductor» y «Mediador».

Un primer error ha sido tener gobiernos que intentan imponer una solución única o atender con desigualdad los tres sectores. El Estado debe actuar como un puente comunicativo. Por ejemplo, la cultura agrícola se mueve por ciclos climáticos y tenencia de tierra; la industrial por eficiencia y logística; la informática por inmediatez y flujos de datos. Ante esos hechos, el problema estriba en que no se puede aplicar la misma normativa laboral o fiscal rígidamente a los tres. Se requiere flexibilidad que proteja al campesino de la volatilidad, al obrero con seguridad social robusta y al «techie» con marcos de teletrabajo y propiedad intelectual.

Un segundo error ha sido ver esos tres grupos como islas. El gobierno debe forzar la intersección de estas tres capas para que dejen de ser contradictorias. Por ejemplo, conceptualizar y orientar la acción a reunir como política prioritaria la acción Agro-Industria: Incentivos para que el campesino no solo exporte materia prima, sino que se asocie con la industria local para procesar alimentos y uso de productos vegetales y eso unirlo al campo Agro-Informática: Llevar tecnología (sensores de humedad, precios de mercado en tiempo real vía app) al campo. Esto dignifica el trabajo agrícola y lo conecta con la modernidad sin destruir su identidad y sí fortaleciéndola. 

Un tercer aspecto es el manejo de una infraestructura Dual (Física y Digital). En la actualidad, muchos conflictos surgen cuando la inversión se concentra en un solo sector. La gobernanza equitativa requiere: atención a la necesidad crítica de cada sector. El Agrícola: tierra, riego, productividad. El Industrial: energía logística, ambas certezas jurídicas. El de Informática: conectividad. 

Un cuarto punto a considerar es Educación: El machete Transversal para evitar que estas culturas se conviertan en castas sociales, es un sistema educativo integrador. Por ejemplo, política nacional de enseñanza de gestión de agronegocios en zonas rurales. Aumentar carreras técnicas para la industria; todo ello guiado por el pensamiento computacional. Alguien dijo con tino: El objetivo es que el hijo de un campesino tenga las herramientas para ser un ingeniero informático sin tener que renegar de su origen o perder su vínculo con la tierra.

No menos importante es un pacto fiscal y descentralización. Gobernar las realidades de estos sectores es imposible sin la descentralización, lo que al menos significa: Dar poder a los gobiernos locales para que gestionen sus realidades específicas (municipios agrícolas vs. zonas francas industriales). Un pacto fiscal donde la alta rentabilidad de los sectores informáticos e industriales ayude a financiar la transición tecnológica y la resiliencia climática del sector agrícola.

Finalmente, hay que considerar que el mayor riesgo para echar andar todo lo anterior es la Desigualdad. Si el gobierno ignora una navegación simultánea por los tres sectores, como a la fecha lo ha hecho, el resultado es la fragmentación social. El sector informático se vuelve una élite globalizada desconectada de su país, mientras el sector agrícola queda rezagado en la subsistencia, generando migración y conflicto social.

Entonces en estos momentos, gobernar no es elegir una cultura sobre otra, sino asegurar que la riqueza de la era informática, sirva para modernizar la industria y proteger la seguridad alimentaria del agro. Quiero dejar claro también que la «singularidad cultural» del sector informático en un país como Guatemala es fascinante, porque rompe con las jerarquías tradicionales (la del terrateniente o la del jefe de planta). Los informáticos no solo trabajan de forma distinta, sino que habitan una realidad mental y social diferente. Mientras el campesino está atado a la tierra y el trabajador industrial a la fábrica, el individuo de la cultura informática es un «nómada digital» o un trabajador remoto.

 

Alfonso Mata

alfmata@hotmail.com

Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.

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