En las páginas de Shakespeare, el drama del poder no es una abstracción, sino un espejo implacable. Hoy, Guatemala parece habitar en los actos más oscuros de “El Rey Lear”. Al igual que Lear, que en su ceguera entregó su reino a quienes más le adulaban para terminar solo y desprotegido bajo la tormenta del páramo, Guatemala vive una ceguera de entrega democrática.
Entender nuestra crisis actual requiere comprender que, cuando la autoridad moral se fragmenta por el ego, el nepotismo, el poder y la ambición, lo que queda no es un gobierno, sino un estado a la intemperie. Analicemos entonces, lo que nos enseña al respecto la obra teatral.
La Analogía: Lear divide su reino basado en adulaciones, no en capacidades. Esto se asemeja a cuando los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) se reparten cuotas de poder o «botines» políticos por intereses personales.
Las hijas de Lear, Gonerila y Regania, representan la instrumentalización de la ley (Poder Judicial y Legislativo). Usan el discurso legal y las instituciones para despojar al «padre» (el Estado/el Pueblo) de su soberanía.
El Caos: La tormenta en el páramo (la tempestad) simboliza un Estado fallido donde las instituciones ya no protegen al ciudadano y domina la ley del más fuerte. El nepotismo y la corrupción, el desmantelamiento de las instituciones desde adentro y la ceguera de los líderes ante la realidad social.
En El Rey Lear, los personajes secundarios no son solo relleno; son los que realmente muestran cómo se opera dentro de un sistema que se está desmoronando. Si aplicamos una analogía a estos personajes secundarios, con la arquitectura de los tres poderes del Estado en Guatemala, la analogía se vuelve muy reveladora: analicemos entonces estos personajes.
Kent y Edgardo: La Lealtad Institucional vs. El Exilio.
Representan a los funcionarios o ciudadanos que creen en el «deber ser» y en la institucionalidad, pero que terminan siendo perseguidos por el mismo sistema que intentan proteger.
Kent: Es el funcionario de carrera o el asesor que le dice la verdad al poder «Mira mejor, Lear«. En Guatemala, Kent representa a los fiscales, jueces o magistrados independientes que, por señalar la ilegalidad, son destituidos, obligados al exilio o criminalizados. Su lealtad no es a la persona, sino a la «Corona» (la Constitución).
Edgardo: representa a la sociedad civil o a los sectores honestos que son falsamente acusados (por los «Edmundos» del sistema) y deben «disfrazarse» o esconderse para sobrevivir, esperando el momento en que la justicia pueda restaurarse.
Edmundo: El Operador de la Cooptación
Edmundo es quizás la figura más relevante para la política actual. Es el que quiere el poder a toda costa, porque se siente excluido del sistema legal. En la analogía que hacemos, representa a los operadores políticos paralelos o personajes que, sin tener una legitimidad democrática real, maniobran en las sombras para capturar las Cortes o el Congreso. Edmundo es el «estratega» de las comisiones de postulación que usa el engaño y el legalismo para desplazar a los legítimos (Edgardo) y ganarse el favor de quienes ostentan el poder (Gonerila/Regania).
Cornualles y Albania: Los Matices del Ejercicio del Poder
Estos dos duques (esposos de las hijas de Lear) muestran cómo se comporta el poder político ante la injusticia: Cornualles (El Poder Represivo): Es quien le saca los ojos a Glóster (un hombre noble, pero terriblemente ingenuo, que no ve la traición que se gesta bajo su propio techo hasta que es demasiado tarde). Cornualles representa a los sectores del Estado que no tienen reparos en usar la fuerza bruta, la persecución judicial directa y la tortura institucional para eliminar la disidencia. Es el autoritarismo puro que ya no guarda las formas.
Albania (La Indiferencia o Conciencia Tardía): Es un personaje fascinante. Él ve lo que está pasando, sabe que es injusto, pero tarda mucho en actuar o se mantiene al margen para no perder su posición. Representa a esos sectores políticos o empresariales que ven el deterioro institucional y se sienten incómodos, pero que no intervienen hasta que el caos ya es total (¿el presidente actual?)
(Continuará)







