Cada diciembre, los nacimientos vuelven a ocupar un lugar central en la vida religiosa y cultural de Guatemala. Esta tradición, que nació en los templos y con el paso del tiempo se integró a los hogares, continúa viva tanto en las familias como en las iglesias del Centro Histórico y de Antigua Guatemala, donde se conservan algunos de los nacimientos más representativos del país.
La permanencia de esta tradición no es casual y para comprender su significado actual, es necesario conocer el origen y la evolución de esta práctica, así como el papel que ha desempeñado la Iglesia en su preservación.
ORIGEN DE LOS NACIMIENTOS
El historiador Carlos Enrique Berdúo Samayoa explicó a La Hora que la tradición de los nacimientos se remonta al año 1223, cuando San Francisco de Asís realizó en Italia la primera representación del Pesebre de Belén con un propósito catequético.
Esta práctica fue difundida por la Orden de los Frailes Menores y llegó a Guatemala durante el siglo XVI, integrándose a la vida religiosa de la entonces ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala.
En este contexto, en sus inicios, los nacimientos se elaboraban exclusivamente en los templos franciscanos como parte de las celebraciones navideñas. Este origen explica por qué las iglesias han sido, desde entonces, espacios clave para la preservación y transmisión de esta tradición.
Nacimientos guatemaltecos: Historia, significado y cómo se elaboran
DEL TEMPLO AL HOGAR
De acuerdo con Berdúo Samayoa, quien fue cronista de Antigua Guatemala, a mediados del siglo XVII, la devoción del nacimiento trascendió los muros de los templos y se trasladó a los hogares guatemaltecos. Este proceso fue impulsado por el Santo Hermano Pedro de San José de Betancur, quien promovió la elaboración de nacimientos entre los niños y niñas de la Escuela para Niños y Niñas Pobres, utilizando elementos naturales y fomentando su reproducción en casa.
Asimismo, el cronista señaló que esta iniciativa permitió que la tradición se arraigara en el seno familiar sin romper su vínculo con la Iglesia. De esta manera, los nacimientos comenzaron a convivir tanto en los hogares como en los templos, consolidándose como una práctica compartida entre la fe y la vida cotidiana.
SIGNIFICADO FAMILIAR Y CULTURAL
La elaboración del nacimiento en Guatemala se convirtió en un espacio de encuentro familiar, donde participan varias generaciones. Esta práctica fortalece los lazos afectivos, fomenta la convivencia y permite la transmisión de valores y tradiciones durante la época navideña.
Este carácter familiar refleja por qué los nacimientos exhibidos en las iglesias generan una conexión especial con los fieles, ya que reflejan elementos que también están presentes en los hogares guatemaltecos, reforzando el sentido de identidad cultural.
«Esta diversidad hace que la riqueza cultural de las celebraciones navideñas posean formas de expresión que identifican a cada región guatemalteca» indicó Berdúo.
RASGOS DISTINTIVOS DEL NACIMIENTO GUATEMALTECO
Los nacimientos guatemaltecos se distinguen por la incorporación de elementos propios del entorno y de la vida cotidiana, como ríos, montañas y animales, entre otros. Esta riqueza visual también se refleja en los nacimientos elaborados en los templos históricos, donde la creatividad popular se integra con el simbolismo religioso.
El cronista destaca que una de las principales características de los nacimientos es la adaptación cultural de sus personajes.
«Según las características raciales de cada país, especialmente los rasgos faciales y el color de la piel, así serán las características de los personajes que acompañan a la Sagrada Familia en la representación del Pesebre de Belén», explicó.
LOS EMBLEMÁTICOS NACIMIENTOS DE LA ZONA 1
En la zona 1 de la Ciudad de Guatemala, esta tradición se manifiesta de forma especial y destacan por su tamaño, nivel de detalle y valor simbólico, convirtiéndose en puntos de encuentro para fieles y visitantes durante la temporada.
La Hora realizó un recorrido por algunos de estos templos, documentando las representaciones instaladas en la iglesia de La Merced y en la iglesia de Santo Domingo, donde los nacimientos reflejan la riqueza cultural y religiosa que caracteriza esta tradición.
NACIMIENTO DE SANTO DOMINGO
NACIMIENTO DE LA MERCED
Además de su valor religioso, estos nacimientos representan un puente entre la historia y el presente, ya que retoman el origen eclesiástico de la tradición y lo enlazan con la identidad cultural de la ciudad.
Cada uno refleja siglos de devoción y creatividad, manteniendo viva una práctica que forma parte del patrimonio espiritual del Centro Histórico.
Los nacimientos, ya sea en los hogares o en los templos, continúan siendo una expresión viva de la fe y la cultura guatemalteca. Su presencia en las iglesias de la zona 1 y en las casas de las familias reafirma una tradición que ha sabido adaptarse al paso del tiempo, sin perder su esencia, y que cada Navidad vuelve a unir historia, identidad y devoción.








