Rolando Alfaro Arellano

La República de Guatemala en materia de humanismo, respeto a la dignidad, reconocimiento de los valores nacionales, salud, cuidado de su entorno, seguridad y desarrollo se encuentra en grave crisis que de no atenderla tanto las autoridades y pueblo en general, podría llevarnos a un Estado fallido o en su caso, a una situación cuyos resultados resultarán non gratos para propios y extraños.

En ese sentido, la crueldad resulta evidente en la falta de atención que se le viene proporcionando a los jóvenes, así se trate de hogares económicamente solventes como los que no tienen para vivir honestamente.

Los educadores y catedráticos, fácilmente se dan cuenta de la situación descrita, pues en la etapa primaria casi sin excepción prevalece la ley del palo sin tratamiento alguno, tanto en el área urbana como rural.

Luego, si algunos de los jóvenes logran pasar a los estudios superiores, denotan poco interés en su formación e incluso dan la impresión de no importarles nada.

A lo anterior debemos agregar el poco interés por la lectura y el deporte, soslayándose la famosa enseñanza del varón de Cubertin de Mente Sana en cuerpo sano.

El resultado a la fecha es alarmante, pues los medios de comunicación social son más que elocuentes al darnos tristes noticias de crímenes de menores, pandillas juveniles haciendo de carne de cañón, violaciones, enfermedades no tratadas, muertes y más muertes.

Soluciones a futuro, pues no se ve avances de progreso, sólo podrá notarse en realidad demostrar los obligados a enderezar las cosas, las iglesias de todo credo, los entes gubernamentales y de carácter privado, pero obviamente, sin egoísmos, de querer presumir que han tomado puestos direccionales sin tener nociones de lo que quieren.

Otro factor que rompe todos los métodos de enseñanza consisten en ver, especialmente quienes hemos trabajado con estudiantes universitarios, el pésimo interés por la lectura y los avances científicos, asimismo por ese vocabulario vulgar entre los jóvenes insultándose mutuamente y maltratando a su familia, o, no.

Por experiencia personal, estimo que divulgando más el interés por el deporte en donde quemen energía los jóvenes y adolescentes, podría darse el ejemplo de amor a la salud y a nuestro país.

Finalmente, para empezar con algo positivo y tangible, notemos que en el Deporte Olímpico, es donde pocos atletas con pundonor han venido demostrándonos que si se puede salir adelante y poner en alto el nacionalismo.

Pero, estimados lectores si lo anteriormente descrito no funciona y seguimos aguantando la tortura de ver a nuestra otrora Tacita de plata por los suelos, entonces de nada valdrán los esfuerzos que a la fecha han hecho nuestros héroes nacionales en diferentes campos, sean científicos, humanísticos, deportivos y empresariales.

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