Alfonso Mata
Ante una crisis, se hace importante que cada sector del Estado, analice si el problema es conocimiento sobre el cuerpo de teorías, planteamientos y programas o si es de la práctica específica o de ambos. Y ese análisis, se tiene que plantear desde el punto de vista de las condiciones en que están los grupos humanos (lo más estudiado hasta la fecha) para finalmente hablar de la intervención del Estado en esos tres planos.
Esos tres planos como problemática se mezclan, se relacionan y demandan abordajes diferentes, que a lo largo de las últimas décadas, se han hecho con diferentes niveles de éxito en el mundo. Lo alcanzado en salud en Guatemala, no lo podemos tildar como producto de intervenciones estatales y académicas, ya que mucho se explica, fruto de las estrategias de supervivencia que tienen las propias gentes y que ocurren, al margen de las preconcepciones del sistema nacional y entonces, lo que ha sucedido, es que ha habido respuestas de su parte, ante el vacío de una política y la existencia de servicios.
Las actuales autoridades de Salud deben fijar postura en primer lugar, enfocando la actividad salubrista como un campo de conocimiento y de práctica profesional, que responda a los requerimientos de las necesidades y problemas de sus instituciones y de la salud-enfermedad de las poblaciones. Ya definido eso, deben pasar a un segundo nivel en que deben concretar su producción, las bases en lo científico, lo técnico y en lo práctico de ésta y de la práctica profesional que debe acompañarla y, en un tercer nivel, visualizar y fijar el campo en que le corresponde actuar a la sociedad civil y el que le corresponde actuar a las instancias de gobierno.
El espíritu entonces de la política nacional y local al respecto, debe basarse en cómo mejorar la salud de los distintos grupos de población y en cómo hacerlo desde la práctica y eso implica definir los cambios necesarios, en los niveles mencionados, bajo una premisa: «No estamos actualmente en capacidad de contribuir a resolver los problemas de salud».
Es importante reconocer que al sistema de Salud, no sólo le faltan fondos, sino también mejores ideas que guíen la acción. Hay una gran cantidad y exceso de programas preventivos y curativos, que no tienen una guía real. En otras palabras, se carece de intervenciones ligadas y relacionadas a marcos y modelos científico técnicos de comprobada eficiencia y efectividad, ante nuestras necesidades.
En la actualidad al sistema le sobran prejuicios e ideas preconcebidas que no funcionan de manera coherente, y el Estado navega dentro de una política sin marcos explicativos integrales. No es este el lugar de discutir eso, pero pienso que la necesidad de un abordaje que realmente integre distintos niveles de análisis (macropolíticas sociales, institucionales, cultura local y del hogar hasta los niveles individuales de lo biológico y lo conductual) es quizá un punto crítico que se debe tocar con urgencia y que al presente no se ha hecho y eso es impostergable, sí se quiere avanzar en los distintos niveles de la conservación de la salud y la prevención de la enfermedad.
Podemos decir que la salud, el sistema de Salud, están condicionados por fenómenos sociales, económicos, de comportamiento, de educación, de nivel de vida, de esto y lo demás allá, pero es necesario que convirtamos eso en una noción que sea compartida y socialmente aceptada y también es necesario definir ya, el qué y el cómo se hace eso social e institucionalmente realidad. Viene al caso mencionar un pensamiento del doctor Ferreira «Crisis es un momento de verdad en el que el objeto se aferra al espacio actual y a la emergencia evolutiva de un espacio potencial». Es importante que la transformación que se pretende del sistema de Salud, reúna lo que es una práctica, una acción del Estado con lo que es la población. La reunión de un campo para el conocimiento y un ámbito para la acción, es lo que esperamos todos.
Pero la gran pregunta sigue siendo ¿puede construirse un sistema de Salud, en un estado altamente centralizado, autoritario, paternalista, jerarquizado, desintegrado, no coordinado o es necesario construir primero un estado diferente? Qué piensa usted. Mucho de lo que tiene que hacerse, tiene que ver con decisiones políticas y con formas prácticas de poder traducir un modelo conceptual, en una práctica efectiva.