El sector exportador resultó ser el más golpeado en 2025, así como hay otros factores que se recomiendan tomar en cuenta a la hora de decidir el salario mínimo para el 2026, explican expertos.
Un aumento a salario mínimo podría debilitar más las condiciones del sector exportador, así como también otras consecuencias negativas, como la pérdida de empleos formales, explicaron.
La Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), presentó un informe con apoyo del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) sobre la situación exportadora.
Agexport asevera que el incremento al salario mínimo, 2025 (6% y 10%) decretado por el presidente Bernardo Arévalo «cayó en el peor momento, con más costos y menos competitividad».
En ese sentido, el economista y analista Hugo Maul recuerda que el sector exportador fue afectado con la imposición del arancel del 10% por parte del presidente Donald Trump desde abril del presente año.
«El problema particular con el sector exportador es que sigue sujeto a un arancel de 10%, mientras que su principal competidor, que es México, está libre de ese arancel para la mayoría de productos», puntualiza Maul.
Si bien, se anunció que habrá arancel cero para más del 70% de los productos que Guatemala exporta, la realidad es que el arancel del 10% se sigue aplicando. Esto debido a que el gobierno de EE. UU. requiere de un proceso. Por ello, Maul refiere que aún no está claro el momento en que entrará en vigencia la rebaja arancelaria.
«No hay una certeza de cuándo esos aranceles vayan a desaparecer y tampoco hay una certeza que después no vaya a surgir otra razón por la cual nos pongan otro tipo de impuestos», expone Maul.
Además, estima que «realmente es una condición bastante complicada como para pensar que la economía está en capacidad de poder absorber un aumento de salario de este tipo».
A eso se suma el incremento salarial del 2025, Arévalo decretó un aumento del 6% para las actividades exportadoras y de maquila.
Agexport explica en un análisis que en el mercado internacional, Guatemala compite con países que producen más barato y con mejor infraestructura, por lo cual, cada costo extra los deja un paso atrás.
La situación en 2025 está limitando la actividad exportadora, ya que los sectores de vestuario y textiles, agrícola, manufactura, servicios y, acuicultura y pesca pierden contratos y pedidos. «Los costos ya no dan más», expresan los exportadores.

RECOMENDACIONES
Los exportadores y el CIEN hacen énfasis en que la decisión de salario mínimo debe estar lejos de una decisión política.
Estas entidades resaltan la importancia en que la fijación del salario mínimo debe ser acorde a la realidad productiva y competencia global, para proteger y generar empleo.
En ese sentido, en análisis de Agexport y del CIEN explica que Guatemala está perdiendo competitividad regional debido a un desequilibrio entre el salario y la productividad.
«Con un salario de US$484, es el cuarto más alto. Sin embargo, son solo US$14.35 la hora, es el cuarto país más bajo», detalla el estudio.
«Esto implica que Guatemala tiene mejor salario que 10 países, pero menor productividad que 11 países como Panamá, Uruguay y México demuestran mejor eficiencia. Para la inversión, lo crucial es la relación salario-productividad, y Guatemala enfrenta el reto de ser menos competitivo por el valor que se obtiene por cada dólar invertido», añade el informe.
Por ello, entre las recomendaciones se explica que Guatemala necesita favorecer la descentralización de la actividad productiva.
El informe refiere que tras el incremento salarial establecido para el 2025, se observa una desaceleración en el crecimiento del empleo formal en ambas circunscripciones.
«Entre 2024 y abril 2025″, el crecimiento de nuevos afiliados al IGSS en la circunscripción 2 cayó a 2.56% interanual, por debajo de la circunscripción 1 (3.821%)», puntualizan las entidades citadas.
Asimismo, la Fundación para el Desarrollo (Fundesa) se suma al análisis enfatizando que un aumento salarial necesita considerar las diferencias en productividad y el costo de vida por territorio.
«Guatemala necesita más que un salario mínimo diferenciado. Para impulsar empleo formal fuera del área metropolitana se requieren acciones concretas que incentiven la descentralización productiva», recomienda Fundesa.
La Fundación coincide en que se registró una desaceleración del empleo formal tras el anuncio del salario mínimo 2025. «Sin incentivos territoriales, el país pierde oportunidades de desarrollo».
Otro factor que destaca Maul, es análisis macroeconómico del país, dado que las presiones inflacionarias han bajado, lo cual, no justificaría un aumento salarial.
«El aumento que está vigente para el 2025 superó por mucho las condiciones que hubieran justificado ese aumento, y de cara al futuro, para el año 2026, tampoco hay presiones inflacionarias en el horizonte».
Al respecto, recientemente la Junta Monetaria anunció la decisión unánime de reducir 25 puntos básicos a la tasa de interés líder, dejándola en 3.75%.
En la nota de La Hora: ¿Qué es la tasa de interés líder y qué significa que reduzcan puntos básicos? se explica que las reducciones en el valor de la tasa de interés líder significa que hay menos presiones inflacionarias, y es un indicador de estabilidad de la economía.









