Un lector asiduo de La Hora nos envió un correo indicando que además de llevar la contabilidad diaria de los días que han transcurrido sin que el Ministerio Público de Consuelo Porras investigue ningún caso relacionado con el mero Jefe de Jefes del gobierno de Giammattei y pareja sentimental del gobernante, debemos también contabilizar los días que faltan para que sea nombrado un nuevo Fiscal General que cambie la situación del ente investigador que se distingue por enterrar casos burdamente notorios mientras fabrica otros para perseguir a quienes resultan molestos a la cúpula del MP.
Debemos recordar a los lectores que el MP es más que Consuelo Porras, es la estructura que a ella le enseña el mundo que quieren, dado que la Fiscal General no usa redes, según explican no usa teléfono inteligente y eso le da una gran ventaja a su círculo para mostrarle solo lo que a ellos les conviene.
Son casi seis meses los que le van quedando al equipo montado muy selectivamente desde que Jimmy Morales nombró a Consuelo Porras y que asumió nuevos y más serios compromisos para lograr que Giammattei y su pareja decidieran renovarle el mandato. Justamente ahora una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), rindió su informe sobre la situación de la justicia en Guatemala y en el mismo se detalla con precisión el papel que ha jugado el ente responsable de la investigación criminal en el montaje del andamiaje de impunidad señalado como principal característica de la justicia guatemalteca.
De hecho basta con observar cómo se han ido derrumbando uno a uno todos los casos de corrupción que involucraron a conocidos políticos y contratistas del Estado, garantizando no únicamente la libertad de los sindicados, sino hasta la devolución de bienes o maletas que habían sido confiscadas por su origen ilícito. La tal extinción de dominio en Guatemala sí que se extinguió gracias a las deficientes investigaciones y presentaciones que maliciosamente se realizaron en distintas fiscalías.
En el tiempo que queda por supuesto que veremos muchas patadas de ahogado que no por provenir de una administración cadavérica dejan de ser nocivas para la justicia realmente pronta y cumplida. Con la misma velocidad que se ignoraron evidencias en casos como el de la Alfombra Rusa o las Vacunas Sputnik, para citar únicamente los más notorios, trabajarán hasta el final para mantener el compromiso adquirido de garantizar impunidad a quienes fueron parte de esos gobiernos que encontraron verdadero Consuelo para acabar con cualquier investigación relacionada con el saqueo sistemático de los fondos públicos.
La vigilancia de la comunidad internacional, como es el caso de la CIDH, es importante, pero mucho más lo es que los ciudadanos de este país adopten una postura de severa y estrecha vigilancia en los procesos de postulación que se deberán realizar el año entrante y en el que han cifrado todas sus esperanzas las mafias, que han gozado de tantos privilegios y Consuelo, para impedir que un grupo de la academia o del ejercicio gremial maliciosamente cooptado y podrido, sea el instrumento para perpetuar el manoseo de la justicia.








